lunes, 23 de junio de 2014

Las operaciones de Clarín que se cagan en los argentinos


Pichones de buitre 
Por Gustavo Cirelli (Tiempo Argentino 23/06/2014)

La escena es tierna. Hay un pichón de buitre que intenta mantenerse en pie, desplumado y tambaleante, aunque un palito irrumpe en la pantalla y lo acosa. Una criatura débil. Desvalida. Se lo puede ver en <https://www.youtube.com/watch?v=qwZgzfGXKGs>. Dura 67 segundos. Enternece.
Pero hay otra escena que estremece: es la que narró Clarín a sus lectores en la página 12 de su edición de ayer. Las peripecias de Pierino Garrafa y Horacio Vázquez, dos holdouts argentinos "que ganaron con la decisión de la Corte de Estados Unidos". Conmovedor. Arranca el artículo: Garrafa "lleva 13 años esperando cobrar por haberle prestado al Estado argentino". Pierino y Horacio posan, "pacientes" en el frío porteño, para poder ilustrar el relato de sus desdichas financieras al diario que sigue pregonando desde su tapa "un toque de atención para la solución argentina de los problemas argentinos".
Vázquez y Garrafa son descritos como empleados. Pierino narra su amargo derrotero: "Me junté con casi todo el arco político, con Ricardo López Murphy, Mauricio Macri, Elisa Carrió. Pero el único que me prestó atención y quiso hacer algo fue Jorge Altamira." Es lógico, se sabe de la sensibilidad trotskista en pos del bien de las mayorías, los postergados, los "laburantes". Pero puede fallar. 
Ahora dicen que a la historia que contó Clarín le faltaron algunos detalles sobre Pierino y Horacio; detalles que son tan públicos como la escena del pichón de buitre que enternece en Youtube.
Garrafa, contador egresado de la UCA, se presenta actualmente como gerente de producto de la firma Advance Development Solutions, que según su web es proveedora de "soluciones y servicio para la gestión de decisiones y mitigación de riesgos". Que ha "brindado nuestros servicios a las organizaciones con base crediticia y préstamos desde 2003". Se destacan, entre sus clientes, bancos, empresas de cobranzas, empresas de servicios y la Embajada de Estados Unidos. Pierino además fue gerente de Riesgos en el Banco Finansur; gerente de auditoría en Banco BI Creditanstalt. También trabajó como inspector de bancos en el BCRA, en el Banco Ciudad y para Price Waterhouse Coopers; esta última es una calificadora de riesgo que, por ejemplo, pone nota a los países según el nivel de deuda que tienen. Pierino, claro está, es un señor bien formado e informado.
En un extenso listado de personas que compraron dólares y los sacaron del país figura un tal Pierino Gustavo Garrafa. En 2008: $ 36.416.149. Y en 2009, fueron $ 22.958.484. Cabe recordar que el Garrafa "holdouts" se define como "laburante" ante Clarín y concluye: "Creía que sabía ahorrar, porque es lo que hice 20 años. Pero mirá todo el tiempo que me tomó la posibilidad de poder cobrar. No hice nada mal ni ilegal."
Horacio Vázquez, un ingeniero electrónico, se puso a la cabeza de unos 50 bonistas "patrios" que se agruparon en la Asociación de Damnificados por la Pesificación y el Default. En 2003, cuando la Argentina se ahogaba aún en una profunda depresión económica, compraron bonos de la deuda pública.
Vázquez ya se había enfrentado a las políticas de la recuperación del rol del Estado en las decisiones económicas cuando, en 2008, la actual administración kirchnerista nacionalizó las AFJP. Entonces, integró "Argentinos autoconvocados contra la confiscación", bajo la consigna "vienen por todo, también por vos". Al parecer, en este caso para Vázquez también iban por todo porque afirmó ante Clarín: "Yo tampoco podía creer que la Corte Suprema de los Estados Unidos decidiera no tomar el caso, luego del terrible (sic) lobby internacional para que lo hiciera." Y agregó: "Tengo alegría y sorpresa por encontrar que quedan lugares donde la justicia es independiente del poder político. Me da esperanza en la existencia de verdaderas repúblicas donde un 'don nadie' no es menos que un presidente."
La esperanza es lo último que se pierde.
Como ese pichón de buitre que, ante la cámara, hace equilibro sobre sus dos patas débiles, pero que se tapa la cara con su alita aún desmechada. Parece como si tuviese vergüenza. 
La naturaleza es sabia.