Ayer, el presidente de Acindar (siderurgia), Arturo Acevedo, salió a declarar lo mal que la pasó el sector en estos últimos 10 años. No hubo un solo dato. Si mucho del discurso de sentido común neoliberal del tipo: " Se ha generado una división en la sociedad, se ha perdido el respeto
por la ley y por el sistema judicial, se ha perdido la calidad y la
intensidad de la educación, se ha perdido el concepto del trabajo. Es
decir,
hay una serie de valores que se han perdido en esta última década, y que además llevarán mucho tiempo revertirse porque temas como la educación, la estructura social, etc., no se revierten en corto tiempo".
Con datos concretos le
respondió el ministro Julio De Vid, quien entre otras cosas dijo
"La única deuda es la que tiene Acevedo con este gobierno y con este
modelo que implementó Néstor Kirchner en 2003 y profundiza la
Presidenta, que permitió una expansión de su sector sin precedentes que
le reportó cuantiosas ganancias. Lástima que por falta de real vocación
industrialista decidió vender la compañía a capitales extranjeros en
lugar de apostar por el desarrollo de su país"