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Setenta años después de la ejecución de un adolescente negro de 14 años por el asesinato de dos niñas, una jueza de Carolina del Sur decretó que el condenado a muerte más joven de la historia de Estados Unidos no tuvo un proceso justo.
El día de su ejecución, el 16 de junio de 1944, George Stinney, que apenas pesaba 43 kilos, era tan pequeño que su verdugo tuvo que poner una guía telefónica debajo de sus nalgas para que no se deslizara en la silla eléctrica.
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Triste que los hermanos de la tercera víctima (porque el muchacho de 14 años fue eso, la tercera víctima del crimen, primero las dos nenas y luego él) tuvieran que esperan tanto por una reparación apenas simbólica.
ResponderEliminarMás triste aún como le comieron el coco a la familia de las víctimas que se llegó a convencer de que el muchachito era el asesino y ahora no soportan oír otra versión...
Ese país grandote que muchos han confundido con un "gran país" partiendo de su poderío económico originado en la explotación y la miseria de otros, es algo así como el grupo clarín del mundo: Sus cornetas propalan a todo volumen lo que sus dueños desean que se divulgue y omiten y ocultan lo que no les agrada. Mienten y quitan del medio a todo aquél que no les resulte favorable. Y lo han hecho desde siempre y hasta con su propia población, no sólo con los negros y luego con los latinos, hispanos y orientales. Es un país clasista, exclusivista, prejuicioso, ignorante, prepotente, fabulador, conspirador, traidor y, para colmo de males, cultural (por culpa de los propios colonizados) y bélicamente poderoso.
ResponderEliminarPensemos que sólo cuentan con el 5% de la población mundial.
Un infelíz negrito asesinado hace 70 años no es más que una de las calaveras que pueblan su negra e indigna conciencia.
Si comparamos la enorme dignidad y espíritu de sacrificio exhibidos por el PUEBLO CUBANO durante más de 50 años con la degradación moral y espiritual de ese antro de drogadictos, asesinos y mediocres alimentados con grasas trans, recién tendremos una concepción de la medida de degradación de esa gentuza.
Es el único pais donde, sin cambio abrupto de régimen, estas cosas se pueden exhumar y revisar, igual que sucedió con la tortura recientemente. Sería bueno escuchar casos parecidos, porque todos los paises tienen esqueletos en el ropero.
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