Pasaron más de nueve años desde el incendio del taller clandestino
instalado en la calle Luis Viale 1269, y poco más de tres meses desde el
incendio en Páez al 2700 en el que murieron Rodrigo y Rolando Mur
Menchaca, dos niños de 7 y 10 años. Desde entonces, el gobierno nacional
a través de la AFIP y desde el Ministerio de Trabajo se han ocupado de
hacer allanamientos en propiedades devenidas en talleres clandestinos.
Una tarea que el Gobierno de la Ciudad se excusa de hacer argumentando
que “en los talleres clandestinos se enojan cuando se los clausura”,
como señaló el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, desconociendo
(?) la responsabilidad que le cabe. Así todo, los incendios siguieron.
El mismo flamante jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, mintió al
decir que “sin orden de la Justicia, la Ciudad no puede hacer nada”,
cuando en realidad tiene poder de policía... La ciudad de la esclavitud explícita –
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