Leandro Etchichury (Miradas al Sur)
EL pasado mes de julio, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, junto
con el de Trabajo, presentó los resultados de la Encuesta Nacional de
Dinámica de Empleo e Innovación (Endei) 2010-2012, a partir de la cual
se puede analizar información y orientar políticas sobre innovación en
el sector manufacturero, las capacidades de las empresas para incorporar
procesos científico-tecnológicos y su impacto en el empleo.
Participaron del relevamiento 3.691 empresas con 10 o más ocupados.
Los resultados señalan que el 60% de las firmas relevadas llevaron a
cabo procesos de innovación (84% dentro del rubro de las grandes y 51%
de las pequeñas), de ellas el 94% obtuvieron resultados de esos
procesos. La inversión total en actividades de innovación (AI) pasó de
10.465 millones de pesos en 2010 a 16.936 en 2012. En las empresas
pequeñas (10 a 25 ocupados) y medianas (26 a 99 ocupados) la inversión
en maquinaria y equipos representa alrededor del 70% de la inversión,
mientras que en las grandes representa poco menos del 50%. La inversión
en AI en relación a las ventas totales señala que en el caso de las
pequeñas representa el 1,28%, para las medianas el 1,90% y en las
grandes el 1,27%. En este último lote, la investigación y desarrollo
interna es casi el doble respecto a las pequeñas y medianas. Al observar
la distribución de la inversión en AI en relación a las ventas por
sector industrial se tiene que el área farmacéutica encabeza el lote con
una buena ventaja sobre quienes la siguen, como ser caucho y plásticos,
maquinaria y papel. En esa relación, el sector de alimentos, bebidas y
tabacos es el que menos invierte, siendo el que abarca el mayor
porcentaje de firmas (21%), de ventas (38%) y de empleo (32%).
Finalmente señalaremos que las industrias nacionales con mayor
participación de personal dedicado a AI son las del sector de material
eléctrico, aparatos eléctricos, radio y TV, y la farmacéutica.
Es interesante destacar que el valor agregado por trabajador de las
firmas que apostaron a actividades de innovación fue (en miles de pesos)
de 327,5, mientras que el de las que no lo hicieron fue de 283,3. La
variación del empleo entre los años 2010 y 2012 fue del 5% en las
innovativas contra 0 en aquellas que no optaron por esa categoría de
inversión.
Este tipo de diagnósticos, al que se le puede sumar la iniciativa
Antena Tecnológica entre otros recursos que viene desarrollando el
sistema científico nacional, son relevantes para avanzar con políticas
específicas que promuevan una economía basada en las nuevas fronteras
del conocimiento, camino que se deberá profundizar en la etapa que se
abre de cara al futuro gobierno, consolidando los espacios de desarrollo
científico y tecnológico, su vinculación con los distintos sectores
productivos –contemplando muy cuidadosamente el tipo de aporte que es
necesario hacer hacia los sectores de la economía popular– y promoviendo
el florecimiento de empresas de base tecnológica que modifiquen la
inserción de la Argentina en la economía mundial.
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