El retiro del Jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante Carlos Paz, y
el previo pase a disponibilidad del secretario general naval,
contraalmirante Luis María González Day, confirman que la escala de la
Fragata Libertad en Ghana fue dispuesta por la Marina, como se informó
aquí el domingo, pero no da cuenta de la grave responsabilidad política
del Ministerio de Defensa. Un indicador de la hondura de la crisis se
vio anoche en la Casa Rosada: Arturo Puricelli no asistió al acto
encabezado por CFK, al que sí fue invitado su colega de Relaciones
Exteriores, Héctor Timerman, quien luego del acto se reunió con la
Presidente. La Cancillería comunicó por escrito su desacuerdo con el
recorrido de la Fragata Libertad, debido al riesgo de embargos a
solicitud de los fondos buitre. Aquí se reproduce el documento, que
otros medios citaron en forma parcial, omitiendo el dictamen adverso al
itinerario dispuesto por la Armada. Pero la Marina insistió en
mantenerlo, con la complacencia del Ministerio de Defensa. Las
afirmaciones en contrario de González Day y del ex Jefe de Estado Mayor,
almirante Jorge Godoy, son insostenibles a la luz de la documentación.
La situación pudo ser peor, de haberse ejecutado un plan de fuga de la
fragata, al que Puricelli había asentido, hasta que las objeciones de la
Cancillería se impusieron. Un destructor británico en tránsito hacia
las islas Malvinas debía entrar al puerto de Tema el día previsto para
la fuga, el jueves 11, con lo cual la Argentina habría quedado al margen
de la legalidad internacional y su nave-símbolo hubiera sido capturada
por el buque de guerra británico. Además, los fondos buitre intentaron
una negociación con el Poder Ejecutivo, a través de un dirigente del
Peornismo Opositor, que usó como sello electoral el MODIN de Aldo Rico.
El gobierno escuchó la propuesta, que incluía un préstamo para YPF, pero
ni se molestó en responderla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario