sábado, 21 de noviembre de 2015

Comunicado de la Cooperativa de Trabajo de Pipinas ante las elecciones


PIPINAS ANTE LA HISTORIA
Fundaciones
En 1913 la creación de una estación de ferrocarril dio inicio a un nuevo pueblo llamado Las Pipinas. Surgió en medio de grandes latifundios ganaderos. Don Benjamin Barreto había sido un activo  propulsor de la extensión de vías,  dueños de la estancia Modelo Juan Jerónimo. Este fue  invitado a bautizar las tres estaciones nuevas. Así fue como la primera se llamo Verónica, en homenaje a Doña Verónica Bernal, de Tornquist cuñada política de Barreto. La segunda Monte veloz así lo llamaba al ser el medano mas alto de Juan Geronimo y la tercera la denomino con el romántico nombre de Las PIPINAS

Las Pipinas pertenecían a la alta sociedad de Buenos Aires dos niñitas rubias. hijas de Raúl Dielh llamadas Sara Josefina y Josefina Dielh. Preciosas criaturas que tenían fama de buenas y dulces. Los parientes utilizaban su diminutivo para llamarlas “Las Pipinas” diminutivo de Las Josefinas. Así fue como se bautizo con el nombre de las Pipinas la flamante estación, punta de riel. Estación inglesa, construida prolijamente. Todos sus artefactos hasta el mas minino, importado de Inglaterra. El anden de piedra lajas y el ostentoso cartel que la designaba las Pipinas.

Desde ese momento Pipinas podría dar salida a su producción vinculada al ganado con fuerte presencia de tambos. En torno a la estación se levantaron galpones, algunos almacenes y lugares de comida. La población era dispersa y casi todos los habitantes trabajaban en las estancias. Estábamos en plena época del país agroexportador. El tren llegaba al puerto, y de ahí nuestras materias primas partían para Europa. Allí desembarcaba también lo que importábamos de allá. Máquinas, si, pero también ropa, zapatos, sombreros y aún alimentos como el aceite y condimentos como la sal.
La primera guerra mundial 1914-18 asoló a Europa y cortó las rutas para exportar e importar. El país se vio obligado a producir todo aquello que antes llegaba de afuera, iniciándose algunas industrias. Es lo que se llamaba sustitución de importaciones y fue en aumento a partir de la década del 30.
Entre esas industrias, surgió la del cemento que registra diversos intentos desde fines del siglo XIX debiendo competir con el material proveniente de Inglaterra. A veces las fábricas se destinaban a una sola finalidad, como la construcción de diques en Córdoba entre 1885 y 1890, luego de lo cual se cerraban. Pipinas recibió la visita de dos pioneros Garlot y Verzini que venían desde Córdoba interesados en las materias primas locales. La instalación de la fábrica de cemento Corcemar en Pipinas fue el producto de un proceso de industrialización muy importante en el país que se extenderá por varias décadas. Esa fábrica, que comienza a operar en 1938 y produce la primera bolsa de cemento en 1939 es prácticamente la fundadora del pueblo. Con esa industria se sientan las bases edilicias de la localidad, se construyen paralelamente la fábrica, el hotel y casas para los obreros. Corcemar  donan edificios fundamentales como la delegación municipal,  la iglesia, un club deportivo, el cine y locales de atención médica. El sistema implantado por la empresa proveía a los habitantes de múltiples servicios, desde los sanitarios hasta regalos de reyes  para los chicos. Se ayudaba a quienes querían construir su casa. Todos se sentían contenidos por la fábrica, hasta que en 1991el estado Nacional quita el subsidio al combustible que proveía a Corcemar, poniéndola en jaque y obligándola prácticamente a vender a su competidora, Loma Negra, radicada en Olavarría.
Neoliberalismo y "libre comercio": el desastre
Es que al impulso industrialista de las décadas anteriores le sucedió el sistema económico neoliberal, y no es casual que fuera entonces cuando se produjo el cambio de dueños. Los pipinenses atribuyen al propósito de liquidar la competencia la llegada de Loma Negra al pueblo y su adquisición de la fábrica. Ni bien se instalaron saco el horno, herramienta fundamental para la elaboración de cemento. Con la promesa de abrir una fábrica de cal. Mientras  desmantelaron la fábrica se prescindió de personal y tiraron las casas del barrio  Corcemar  En esa década de los 90 el mercado pasó a ser el dueño del país, y el que dictaba las reglas que debía seguir la población. Menos industrias, más monopolios que barrieron con todo lo que se les oponía y menos compromiso con quienes habitaban la región..
El neoliberalismo es eso, y fue encarnado por una figura que dijo ser peronista, interesarse por la justicia social y los derechos de los trabajadores, pero que de hecho fue contra ellos: el presidente Carlos Menem. Él inició la venta del patrimonio nacional, privatizó todo lo estatal, cerró y levantó ferrocarriles (entre ellos la estación de Pipinas) y se alineó con el imperialismo extranjero.
En Pipinas, tras 10 años de media marcha, la empresa Loma Negra cerró la fábrica y despidió a los últimos trabajadores. Era el trágico año 2001, el del desastre del gobierno de De la Rua donde llevaba la batuta el economista Domingo Cavallo, el mismo año de la fuga de ese presidente inepto y de la represión sangrienta por las calles de Buenos Aires. No es casual que esa fuera la fecha en que la desolación cayó sobre Pipinas.
Reacciones
Fueron momentos de desesperación, de angustia, de no saber qué hacer. Angustia que no fue solo de Pipinas. En todo el país la gente, desesperada, procuraba organizarse. Al corralito, limitación para extraer fondos de las cuentas bancarias, se respondió con asambleas barriales cuya finalidad pronto se extendió a otros problemas. Surgieron formas de economía solidaria como el trueque, cuyas expresiones pronto pusieron a la Argentina a la cabeza a nivel mundial de esa modalidad de intercambio sin fines de lucro.
En ese clima de zozobra y de desastre los pipinenses comenzamos a organizarnos, sobresaliendo los jóvenes como núcleo de  resistencia. En la búsqueda de una salida apareció la posibilidad de hacernos cargo del Hotel de la empresa, abandonado. Nos organizamos como cooperativa de trabajo, otra forma de economía solidaria. Todas esas medidas fueron posibles por el clima de recuperación imperante en el país y la conformación de un movimiento político que impuso principios nuevos, opuestos al paradigma neoliberal.
Riesgos
En estos años la propuesta turística se fue ampliando gracia al nuevo calendario de feriados y la aprobación de leyes que contemplan la actividad a nivel provincial y nacional. Pipinas fue reconocida como Pueblo Turístico, un programa de política Publica que promueve el Turismo de Base Comunitaria  y entró en relación con otras localidades conformando Pueblos que Laten . También Ingresó a programas, PUIS de la Universidad Nacional de Quilmes conformando la Incubadora de Turismo Solidario de Base comunitaria, aspirando a crear el Primer Hotel Escuela Cooperativo y generando un espacio de formación del sector turístico para la región. Y los mas importante fue  el equilibrio económico para  la Cooperativa  que se dio cuando se instalo en el pueblo, y en la sede de la vieja fábrica  un programa  aeroespacial Tronador - CONAE, producto del impulso que la investigación científica ha adquirido en el país, trajo clientes no turísticos al hotel cooperativo.  El Tronador es parte  del proyecto de soberanía Satelital Argentino
Alarma ante el regreso al pasado
El resultado de las últimas elecciones, en especial a nivel provincial, puede poner en riesgo lo obtenido. Si se impusiera el nefasto neoliberalismo, que victimizó y casi destruyó a la localidad, el funcionamiento del hotel corre riesgo. También el programa aeroespacial que es una apuesta al futuro.
Por eso es necesario luchar para garantizar la continuidad de esos movimientos promisorios como el cooperativismo de trabajo, el turismo de base comunitaria, el protagonismo de empresas científicas de punta. De imponerse la derecha puede desencadenarse un nuevo 2001 que en nuestra localidad sería, sin duda, nefasto. Pero las experiencias vividas, el haber conseguido dar vuelta un panorama desastroso deben servir de base para asegurar la victoria del proyecto popular.

Autores: Hugo Ratier – Claudia Díaz

Grupo Nadar   -    Pueblos Que Laten  - Cooperativa Pipinas Viva 

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