Ayer les dijo el Pepe a sus compatriotas, que patalean por las medidas cambiarias:
“Nunca creí que fuera positivo para el Uruguay, la política de confrontación o de choque con Argentina, pero me encontré en determinado momento absolutamente solo, bombardeado por la prensa, por la industria y sin respaldo de nadie”, confesó el mandatario.
En ese marco, el jefe de Estado cuestionó que “la prensa” fue la
primera en “criticar”, ya que expresó que “tenían un presidente poco
menos que lambeta”.
“Pero ningún presidente uruguayo puede cambiar el carácter de una nación, menos de Argentina. Te gustará o no, hay que aprender a lidiar con la realidad”, expresó.
Sin embargo, Uruguay “no comprendió eso”, dijo Mujica, entonces llegó
un momento en que tomó la decisión que “tenía que tomar porque si su
país no entiende, no tiene más remedio que respetar a su país. Ahora, a
llorar al cuartito, hay que bancársela”.
Insistimos que las relaciones con la ROU deben replantearse con una mirada estratégica, que rompa una política divisionista iniciada por los ingleses en el siglo XIX.
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