viernes, 27 de abril de 2012

Ella vendrá

Respuesta al patotero de la Unión Europea

Afirmó la Cancillería argentina:


Sus comentarios sobre Repsol YPF me han causado sorpresa tanto por su enfoque como por el tono empleado. La reacción es desmesurada y el enfoque merece un análisis más detallado

El detalle acá

jueves, 26 de abril de 2012

Gernika: 75 años

Hoy se cumplen 75 años del brutal bombardeo del fascismo español, alemán e italiano sobre el pueblo vasco en Gernika. Aún el Estado español no ha hecho justicia con los genocidas

miércoles, 25 de abril de 2012

Agregando valor

Leemos al amigo Javier Preciado:


¿Por qué una tonelada de galletitas cuesta 5.300 dólares en la góndola y 1.700 para exportación? 

Hace cosa de un mes publiqué en el blog datos muy contundentes respecto a cómo la industrialización le agrega valor al trigo y así, mientras la tonelada de trigo pan FOB se exportaba en promedio a 250 dólares, la harina 000 lo hacía a 371, el pan rallado a 900 y las galletitas sin sal a 1.687 dólares. Ahí se resumía el efecto de la agregación de valor sobre las materias primas. Sentí la curiosidad por conocer cómo esos mismos productos llegaban a las góndolas en la ciudad de Buenos Aires. Lo siguiente no constituye un muestreo estadístico pero sí veraz, dado que es lo que cualquier porteño puede pagar cuando va al chino de la esquina o al supermercado a comprar esos productos básicos. Por ejemplo, la harina 000 en paquete de 1 kg ronda los $3,75 o 3.750 la tonelada. A un tipo de cambio oficial de $4,40 son 852 dólares o el 230% del valor FOB. Las cosas empeoran con el pan rallado, cuyo paquete de medio kilo puede valer de $5 a 7 según la marca, pongámosle $12 el kilo, lo que haciendo la misma cuenta nos da u$s2.727 la tonelada, el 303% del valor FOB. La galletita sin sal, básica, puede costar $7 el paquete de 300 gramos, o sea $23.000 la tonelada o su equivalente de 5.300 dólares, valor 314% superior al del FOB. 

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viernes, 20 de abril de 2012

Economía solidaria


Casi 200 trabajadores de 67 cooperativas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Neuquén y Entre Ríos participaron durante más de diez días de las tareas para restituir la electricidad en las zonas de Gran Buenos Aires afectadas por el temporal. La convocatoria a las cooperativas fue lanzada unos días después del temporal por parte del Ministerio de Desarrollo Social, a través del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) al ver la magnitud de los destrozos que se habían producido. “Hubo una reacción inmediata y natural de las cooperativas ante esta situación de emergencia, ya que para muchas de ellas es una experiencia bastante común brindar ayuda en pueblos cercanos cuando hay accidentes de este tipo”, contó a Télam Patricio Griffin, presidente del INAES. El domingo 8 de abril los trabajadores junto a sus maquinarias llegaron al Camping del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID), que durante más de diez días se convirtió en su casa y centro de operaciones. El lunes siguiente, los barrios afectados de Moreno, Merlo y Morón se vieron colmados de camiones de cooperativas de distintos puntos del país con trabajadores dispuestos a poner sus conocimientos y su empeño en lograr lo que en ese momento era indispensable: la vuelta de la luz. “Era la primera vez que estábamos frente a una emergencia de estas características e hicimos una experiencia muy rica y creo que como conclusión queda que la solidaridad es imprescindible en este tipo de situaciones”, señaló José Luis Mangini, presidente de la Cooperativa de Electricidad y Servicios Anexos de Zarate. Por su cercanía, la cooperativa de Zárate comenzó a trabajar antes de la convocatoria general, el 5 de abril, un día después de lo que se definió como un tornado. “Durante jueves y viernes llevamos nuestros ingenieros para determinar cuál podía ser el aporte de la cooperativas, el sábado mismo coordinamos con el intendente de Moreno, Mariano West, y el domingo ya teníamos las cuadrillas trabajando”, detalló Mangini. Unos días después llegó Juan Domingo Romero junto a sus compañeros de la Cooperativa Eléctrica de Lobo: “Vinimos el martes después del temporal y nos quedamos trabajando unos diez días. Fue una experiencia muy linda pese a que tuvimos que ver a compatriotas a quienes se les había destruido la casa”. “Llegábamos a arreglar la luz y veíamos a las personas con los techos volados y daba mucha lástima, pero le pusimos el hombro y trabajamos más de 12 horas por días", contó. Romero contó que pese a lo que vivenciaban "nos sentíamos bien porque estábamos ayudando a otro argentino. La gente nos trataba bien, alcanzaban agua, mate, gaseosa”. Con la misma sensación de agradecimiento de parte de los vecinos se marcha Leonardo Tiseira, de la cooperativa eléctrica de Trenque Lauquen, quien explicó que “fuimos convocados por el gerente de la cooperativa a ver si queríamos colaborar con este proyecto". "Como creemos que el espíritu de la cooperativa es el del servicio, nos pareció una buena oportunidad para ayudar”, señaló. Tiseira confió que “veníamos con mucha incertidumbre por el lugar en el que teníamos que trabajar. Pero encontramos algo completamente diferente: la gente estaba muy agradecida" y puso como ejemplo el de una mujer que los escuchó decir que llevaban la ropa a la lavandería y les ofreció hacerlo ella misma en su casa. Por su parte, Horacio Arreceygor, Secretario General de SATSAID, consideró que "para nosotros también fue bueno poder colaborar y brindar este espacio para que estos trabajadores que durante días estuvieron lejos de sus familias se sintieran cómodos y estuvieran bien atendidos". Reunidos este mediodía en un asado, donde autoridades nacionales, provinciales y locales les agradecieron su labor, los trabajadores compartieron anécdotas antes de emprender el regreso con el sabor dulce de la tarea cumplida. “Fue un ejercicio solidario, sin preparación previa, con pura entrega. También hay que agradecer a los usuarios de cada pueblo que son en definitiva los dueños de las cooperativa que aceptaron esta ayuda, aún a costa de dejar sus propios lugares con pocos recursos”, concluyó Griffin.

Fuente: Télam

YPF: ¿Con estos argumentos el españolismo nos critica?

Constitución del Reino elefantiásico de España.

TÍTULO VII
Economía y Hacienda
Artículo 128
1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general.

jueves, 19 de abril de 2012

Declaraciones del diputado español Alberto Garzón

Conviene hacer algunas aclaraciones acerca de la medida, pues de momento las informaciones son imprecisas. Se habla tanto de «expropiación» como de «nacionalización» y de «compra», sin precisar mucho más. Las definiciones son importantes y deben acompañar a los conceptos, pero hasta el momento la información disponible nos indica que se trata, efectivamente, de una nacionalización -por lo tanto pagada, pero sin precio asignado hasta ahora- por parte del Gobierno argentino. No se trata de una decisión voluntaria por parte de las dos partes, sino de una decisión unilateral que, no obstante, asigna un precio a la entidad por adquirir.

En segundo lugar, YPF es una entidad que no es propiedad al 100% de la multinacional Repsol. En realidad Repsol controla en torno al 57% de YPF, lo que la convierte en el socio mayoritario y el que tiene poder de control y gestión, pero no es el beneficiario pleno de su actividad. El resto de la empresa es propiedad de capital privado argentino y de capital flotante (argentino y extranjero).

En tercer lugar, la historia es importante. YPF fue fundada en 1922 por el Estado argentino y fue de titularidad pública hasta 1992, cuando comenzó el proceso de privatización auspiciado por los organismos internacionales -especialmente el Fondo Monetario Internacional- en el marco de los llamados planes de ajuste. La empresa terminó de privatizarse en 1999 cuando Repsol -otra empresa que fue pública, en este caso española- se hizo con la mayoría de las acciones de YPF.

Durante la etapa de la «sustitución de importaciones» -a partir de los años 30- YPF jugó un rol fundamental en la reestructuración de la economía argentina. La influencia de los autores dependentistas y neomarxistas llevó a Argentina a una estructura económica que le situó entre los países más avanzados del mundo en la época de posguerra, atrayendo a gran parte de los refugiados por la II Guerra Mundial. Su modelo de exportación de materias primas fue progresivamente sustituido por uno en el que la industria jugaba un rol crucial, proporcionando un modelo de crecimiento más sólido que permitió unas condiciones laborales estables y un incipiente sistema de protección social.

Tras la dictadura militar y la crisis estructural de los años setenta y ochenta, el Gobierno argentino de Carlos Menem fue el responsable de la privatización, si bien fueron las políticas del Consenso de Washington las que inspiraron dicho proceso. Junto a esa privatización se dieron reformas estructurales que llevaron a la privatiza- ción de los planes de pensiones, reformas en el mercado de trabajo que precarizaron las condiciones laborales y otras reformas que llevaron a la gravísima crisis de 2000. Solo después de que Argentina se rebelara contra el FMI y sus planes de ajuste, incluso acometiendo una quita de la deuda -no pagar parte de la deuda externa-, pudo el país volver a remontar aquella situación.

En cuarto lugar, Repsol no es técnicamente una empresa española, y en absoluto es propiedad de todos los españoles. Más del 50% de la multinacional es propiedad del capital extranjero (el 42% pertenece a fondos de inversión extranjeros -gestionados habitualmente por grandes bancos- y el 9'5% pertenece a la empresa mexicana PEMEX). El resto de la empresa es propiedad del grupo de capital privado español Sacyr (10%), de la entidad financiera española Caixabank (12'83%) y de más capital privado español.

En quinto lugar, Repsol proporciona beneficios a la economía española que podrían considerarse nimios. Repsol declara en España el 25% de sus beneficios totales por todo el mundo, y en 2010 pagó impuestos aquí por valor de 949 millones de euros a un tipo impositivo efectivo del 26'8%. Ello quiere decir que ni siquiera paga el 30% que corresponde como tipo nominal por tributar en España. Repsol paga otro tipo de impuestos en los países donde opera, como Argentina o Libia, pero también tiene operaciones en paraísos fiscales. Y su operativa financiera muy probablemente no se contabilice en España.

En sexto lugar, el crecimiento y desarrollo de Repsol -que debe mucho a la privatización argentina de YPF- no es igual de beneficioso para todas las partes que conforman la multinacional. Mientras los beneficios contables han crecido un 11'97% entre 1998 y 2007, el salario medio de sus empleados sólo ha crecido un 1'71%. Eso quiere decir que los mayores beneficiados han sido los accionistas privados -fundamentalmente grandes empresas extranjeras y otras españolas- y no sus trabajadores.

En séptimo lugar, Repsol-YPF en tanto que empresa privada solo persigue maximizar el beneficio en el corto plazo -para sus accionistas, además-, de modo que su estrategia empresarial no tiene por qué alinearse necesariamente con la estrategia de desarrollo de la economía argentina. Esta es precisamente una de las razones que aduce el Gobierno argentino, que desea recuperar la empresa para poder usarla como instrumento efectivo de desarrollo.

En definitiva, hablamos de un fenómeno económico que debe analizarse desde un enfoque adecuado. No están enfrentados los intereses de dos naciones distintas, sino los intereses nacionales de Argentina y los intereses económicos de sujetos privados de distintas nacionalidades -y entre ellas, en menor grado, españoles-. Por lo tanto, es una falacia considerar esta medida económica como un ataque a España. Es una compra legal, que en todo caso podría estar minusvalorada -ya veremos-, y que afecta a los intereses de unos sujetos económicos -grandes empresas y bancos- que no comparten beneficios con el resto de la sociedad.

Esta no es la guerra de los trabajadores españoles. En todo caso queda pendiente ver si la gestión de YPF, a partir de ahora en poder del Estado argentino, será beneficiosa para los trabajadores argentinos o si, por el contrario, será YPF un instrumento al servicio de las oligarquías argentinas. No obstante, no es ese el tema que ahora nos ocupa.

Es una vergüenza que el Gobierno español salga en defensa de los intereses de las grandes empresas españolas que poseen un capital minoritario de Repsol, en perjuicio de los intereses nacionales de un país soberano como Argentina. Más aún cuando mientras eso ocurre el Gobierno está efectuando políticas de recortes que hacen recaer el peso de la crisis sobre la población española más desfavorecida.

Para el gobierno del PP el grado de atención y ayuda prestada depende del tamaño del bolsillo. Lo que debería hacer el PP, en vez de proteger los intereses de los más ricos, es replantearse su política económica y reflexionar acerca de si no es mejor opción de política económica imitar a Argentina y proceder a la recuperación de determinados instrumentos políticos. Instrumentos que deberían ponerse al servicio de los españoles en su conjunto, y no de unos pocos adinerados con capacidad para especular en distintos mercados financieros -entre ellos, el de acciones-

Fuente: Gara

Total... que sigan pataleando en España

Leemos Ambito Financiero:

Un clima de entusiasmo y de confianza de haber tomada la decisión correcta impera en el Gobierno, especialmente luego de recibir varios llamados de empresas petroleras que mostraron interés en invertir en la Argentina luego de que la presidente, Cristina de Kirchner anunciara la expropiación de las acciones de Repsol.

A pesar de las duras críticas que se desataron especialmente en España y la Unión Europea, las empresas petroleras parecen no sentirse afectadas por la decisión del Gobierno y, por el contrario ven en el anuncio una posibilidad de ampliar sus negocios.

En este sentido, rescatan las declaraciones efectuadas por Ladislas Paszkiewicz, vicepresidente de Total para América quién manifestó que la empresa Total, es esta dispuesta "a aumentar su producción de hidrocarburos en Argentina", dando a entender que la decisión oficial no altera sus planes de inversión, según consigna un cable de la agencia Bloomberg.

Es más, si bien no se pudo confirmar a nivel oficial, parece ser que la vicepresidenta, Ladislas Paszkiewicz, habría solicitado una reunión para este jueves con el ministro de Planificación Julio de Vido y este pedido no sería el único formulado por una petrolera, comentan en los pasillos de la Casa Rosada. 

Rápidos los franceses...