sábado, 21 de noviembre de 2015

Comunicado de la Cooperativa de Trabajo de Pipinas ante las elecciones


PIPINAS ANTE LA HISTORIA
Fundaciones
En 1913 la creación de una estación de ferrocarril dio inicio a un nuevo pueblo llamado Las Pipinas. Surgió en medio de grandes latifundios ganaderos. Don Benjamin Barreto había sido un activo  propulsor de la extensión de vías,  dueños de la estancia Modelo Juan Jerónimo. Este fue  invitado a bautizar las tres estaciones nuevas. Así fue como la primera se llamo Verónica, en homenaje a Doña Verónica Bernal, de Tornquist cuñada política de Barreto. La segunda Monte veloz así lo llamaba al ser el medano mas alto de Juan Geronimo y la tercera la denomino con el romántico nombre de Las PIPINAS

Las Pipinas pertenecían a la alta sociedad de Buenos Aires dos niñitas rubias. hijas de Raúl Dielh llamadas Sara Josefina y Josefina Dielh. Preciosas criaturas que tenían fama de buenas y dulces. Los parientes utilizaban su diminutivo para llamarlas “Las Pipinas” diminutivo de Las Josefinas. Así fue como se bautizo con el nombre de las Pipinas la flamante estación, punta de riel. Estación inglesa, construida prolijamente. Todos sus artefactos hasta el mas minino, importado de Inglaterra. El anden de piedra lajas y el ostentoso cartel que la designaba las Pipinas.

Desde ese momento Pipinas podría dar salida a su producción vinculada al ganado con fuerte presencia de tambos. En torno a la estación se levantaron galpones, algunos almacenes y lugares de comida. La población era dispersa y casi todos los habitantes trabajaban en las estancias. Estábamos en plena época del país agroexportador. El tren llegaba al puerto, y de ahí nuestras materias primas partían para Europa. Allí desembarcaba también lo que importábamos de allá. Máquinas, si, pero también ropa, zapatos, sombreros y aún alimentos como el aceite y condimentos como la sal.
La primera guerra mundial 1914-18 asoló a Europa y cortó las rutas para exportar e importar. El país se vio obligado a producir todo aquello que antes llegaba de afuera, iniciándose algunas industrias. Es lo que se llamaba sustitución de importaciones y fue en aumento a partir de la década del 30.
Entre esas industrias, surgió la del cemento que registra diversos intentos desde fines del siglo XIX debiendo competir con el material proveniente de Inglaterra. A veces las fábricas se destinaban a una sola finalidad, como la construcción de diques en Córdoba entre 1885 y 1890, luego de lo cual se cerraban. Pipinas recibió la visita de dos pioneros Garlot y Verzini que venían desde Córdoba interesados en las materias primas locales. La instalación de la fábrica de cemento Corcemar en Pipinas fue el producto de un proceso de industrialización muy importante en el país que se extenderá por varias décadas. Esa fábrica, que comienza a operar en 1938 y produce la primera bolsa de cemento en 1939 es prácticamente la fundadora del pueblo. Con esa industria se sientan las bases edilicias de la localidad, se construyen paralelamente la fábrica, el hotel y casas para los obreros. Corcemar  donan edificios fundamentales como la delegación municipal,  la iglesia, un club deportivo, el cine y locales de atención médica. El sistema implantado por la empresa proveía a los habitantes de múltiples servicios, desde los sanitarios hasta regalos de reyes  para los chicos. Se ayudaba a quienes querían construir su casa. Todos se sentían contenidos por la fábrica, hasta que en 1991el estado Nacional quita el subsidio al combustible que proveía a Corcemar, poniéndola en jaque y obligándola prácticamente a vender a su competidora, Loma Negra, radicada en Olavarría.
Neoliberalismo y "libre comercio": el desastre
Es que al impulso industrialista de las décadas anteriores le sucedió el sistema económico neoliberal, y no es casual que fuera entonces cuando se produjo el cambio de dueños. Los pipinenses atribuyen al propósito de liquidar la competencia la llegada de Loma Negra al pueblo y su adquisición de la fábrica. Ni bien se instalaron saco el horno, herramienta fundamental para la elaboración de cemento. Con la promesa de abrir una fábrica de cal. Mientras  desmantelaron la fábrica se prescindió de personal y tiraron las casas del barrio  Corcemar  En esa década de los 90 el mercado pasó a ser el dueño del país, y el que dictaba las reglas que debía seguir la población. Menos industrias, más monopolios que barrieron con todo lo que se les oponía y menos compromiso con quienes habitaban la región..
El neoliberalismo es eso, y fue encarnado por una figura que dijo ser peronista, interesarse por la justicia social y los derechos de los trabajadores, pero que de hecho fue contra ellos: el presidente Carlos Menem. Él inició la venta del patrimonio nacional, privatizó todo lo estatal, cerró y levantó ferrocarriles (entre ellos la estación de Pipinas) y se alineó con el imperialismo extranjero.
En Pipinas, tras 10 años de media marcha, la empresa Loma Negra cerró la fábrica y despidió a los últimos trabajadores. Era el trágico año 2001, el del desastre del gobierno de De la Rua donde llevaba la batuta el economista Domingo Cavallo, el mismo año de la fuga de ese presidente inepto y de la represión sangrienta por las calles de Buenos Aires. No es casual que esa fuera la fecha en que la desolación cayó sobre Pipinas.
Reacciones
Fueron momentos de desesperación, de angustia, de no saber qué hacer. Angustia que no fue solo de Pipinas. En todo el país la gente, desesperada, procuraba organizarse. Al corralito, limitación para extraer fondos de las cuentas bancarias, se respondió con asambleas barriales cuya finalidad pronto se extendió a otros problemas. Surgieron formas de economía solidaria como el trueque, cuyas expresiones pronto pusieron a la Argentina a la cabeza a nivel mundial de esa modalidad de intercambio sin fines de lucro.
En ese clima de zozobra y de desastre los pipinenses comenzamos a organizarnos, sobresaliendo los jóvenes como núcleo de  resistencia. En la búsqueda de una salida apareció la posibilidad de hacernos cargo del Hotel de la empresa, abandonado. Nos organizamos como cooperativa de trabajo, otra forma de economía solidaria. Todas esas medidas fueron posibles por el clima de recuperación imperante en el país y la conformación de un movimiento político que impuso principios nuevos, opuestos al paradigma neoliberal.
Riesgos
En estos años la propuesta turística se fue ampliando gracia al nuevo calendario de feriados y la aprobación de leyes que contemplan la actividad a nivel provincial y nacional. Pipinas fue reconocida como Pueblo Turístico, un programa de política Publica que promueve el Turismo de Base Comunitaria  y entró en relación con otras localidades conformando Pueblos que Laten . También Ingresó a programas, PUIS de la Universidad Nacional de Quilmes conformando la Incubadora de Turismo Solidario de Base comunitaria, aspirando a crear el Primer Hotel Escuela Cooperativo y generando un espacio de formación del sector turístico para la región. Y los mas importante fue  el equilibrio económico para  la Cooperativa  que se dio cuando se instalo en el pueblo, y en la sede de la vieja fábrica  un programa  aeroespacial Tronador - CONAE, producto del impulso que la investigación científica ha adquirido en el país, trajo clientes no turísticos al hotel cooperativo.  El Tronador es parte  del proyecto de soberanía Satelital Argentino
Alarma ante el regreso al pasado
El resultado de las últimas elecciones, en especial a nivel provincial, puede poner en riesgo lo obtenido. Si se impusiera el nefasto neoliberalismo, que victimizó y casi destruyó a la localidad, el funcionamiento del hotel corre riesgo. También el programa aeroespacial que es una apuesta al futuro.
Por eso es necesario luchar para garantizar la continuidad de esos movimientos promisorios como el cooperativismo de trabajo, el turismo de base comunitaria, el protagonismo de empresas científicas de punta. De imponerse la derecha puede desencadenarse un nuevo 2001 que en nuestra localidad sería, sin duda, nefasto. Pero las experiencias vividas, el haber conseguido dar vuelta un panorama desastroso deben servir de base para asegurar la victoria del proyecto popular.

Autores: Hugo Ratier – Claudia Díaz

Grupo Nadar   -    Pueblos Que Laten  - Cooperativa Pipinas Viva 

martes, 17 de noviembre de 2015

Allanamientos preelectorales, el Partido Judicial y su Sec. Gral.: Claudio Bonadío

El 21 de febrero de este año, bajo el título: 18F, el bautismo de fuego del Partido Judicial, señalábamos la aparición pública del Partido Judicial, como el “Nuevo ariete contra los Gobiernos Populares, que suplanta al Partido Militar en el rol que, en el trágico pasado, asumiera respecto de Gobiernos con legalidad y legitimidad democrática”.
“Ya no se trata de golpes violentos que interrumpen el funcionamiento de las instituciones y de la Constitución. La modalidad es más sofisticada. Articula con los poderes económicos concentrados y fundamentalmente con el aparato monopólico, intentando desestabilizar al Poder Ejecutivo y desconociendo las decisiones del Legislativo. O sea, un súper poder por encima de las instituciones surgidas del voto popular.”
Enumerábamos en dicha publicación un cúmulo de actos y decisiones de ciertos sectores del Poder Judicial tendientes a la desestabilización, y aún destitución del Poder Ejecutivo Nacional.
En el día de la fecha, una vez más, el inefable Juez Bonadío corrobora que no solamente son desestabilizadores y destituyentes, sino que además participan en forma militante para las elecciones que tendrán lugar este domingo 22, en ocasión de celebrarse el balotaje.
En el día de la fecha, siendo las 14:22hs, pleno horario cambiario, llegó a la mesa de operaciones del Banco Central la Metropolitana para realizar un allanamiento ordenado por el Juez Bonadío en el marco de la denuncia realizada por el Dip. Federico Pinedo del PRO y el Dip. Mario Negri de la UCR, sobre la operatoria de dólar futuro, interrumpiendo por primera vez en la historia en funcionamiento del Mercado Único de Cambios.
El primer punto a destacar es que este allanamiento se produce en el horario de funcionamiento de la mesa de operaciones del Banco Central, organismo que tiene como función nada menos que administrar todas las importaciones y las exportaciones del país, realizar los pagos de la deuda externa y controlar los movimientos del tipo de cambio y de la tasa de interés. O sea, quelos funcionarios del Banco Central que están operando en la mesa tienen que estar no solo cumpliendo sus funciones, sino que además tienen que ponerse a trabajar en lo que la justicia les requiere, con el riesgo que esto conlleva para el normal funcionamiento del Mercado Único y Libre de cambios, y de la economía argentina en su conjunto.
Pero, además, lo que llama la atención es que este allanamiento se produce a solo dos días de que el Banco Central se haya presentado voluntariamente en la justicia (el pasado viernes) y haya ofrecido completa colaboración para cualquier tipo de requerimiento.
Cabe destacar que exactamente a la misma hora de iniciado el allanamiento, con precisión quirúrgica, el portal web “InfoBae.com” publicaba en twitter y en su portal web “La policía metropolitana allana el Banco Central por orden del juez Claudio Bonadio”confirmando que el allanamiento está siendo llevado a cabo por la policía que depende del mismo partido político que realiza la denuncia: el PRO. Por otro lado, a las 14:14 (hora en la que la metropolitana y Bonadío estaban ingresando al BCRA), el diario “El Día” de La Plata informaba que “Allanan el Banco Central”, también destacando la participación de Bonadio y la Metropolitana.
Bonadío solicita información que, para colmo, es inexistente, puesto queintenta averiguar con qué contraparte operó el Banco Central en el mercado de dólar-futuro. Sucede que este mercado es lo que técnicamente se denomina “ciego”, puesto que el Banco Central no puede ver en su pantalla de operaciones quién es la institución que compra o vende este tipo de instrumentos, justamente para evitar que se puedan cometer hechos ilícitos por parte de la autoridad monetaria.
Cabe preguntarse ¿qué podría suceder si se interrumpe la normal y habitual intervención del Banco Central en el mercado de cambios debido a que la Metropolitana y Bonadío irrumpen, paralizando el normal funcionamiento del BCRA? Básicamente, el mercado pasaría a controlar el valor del dólar y con toda seguridad se generaría una devaluación o pérdida de reservas, como la que se tuvo hoy luego que hicieron público el allanamiento .
Ya no estaríamos ante una corrida bancaria, como las que hemos tenido que enfrentar durante nuestro Gobierno que, dicho sea de paso, ha sufrido y superado 9 de estas maniobras especulativas; sino que estaríamos ante un hecho inédito: una “corrida cambiaria judicial”. No cabe duda que el Partido Judicial sigue exhibiendo una anomia y desprecio por los intereses del País y el bolsillo de los argentinos francamente sorprendentes.
¿O tal vez la devaluación que Macri no cuenta, la quiere hacer por vía judicial? Sería lo último que falta judicializar en Argentina: el dólar y la política monetaria.
En el 2001 la Argentina y sus ciudadanos sufrieron la apropiación de todos sus ahorros (más conocido como “corralito”) y más tarde el “corralón”, sin que ningún Juez haya allanado ningún banco privado ni oficial, ni mucho menos aún el Banco Central de la República Argentina, máxima autoridad monetaria y responsable del Mercado Único y Libre de Cambios de nuestro País.
Acá bastó una simple denuncia, nada más ni nada menos, que de miembros del Partido del PRO, que integra la Alianza Cambiemos que lleva a Mauricio Macri como candidato a presidente, para que con la Policía Metropolitana que depende del Candidato, allanen la máxima autoridad monetaria del País, a tan sólo 5 días de la elección en que su candidato, el del PRO y el de Bonadío compite por la Presidencia de la Nación.
Que la Alianza Cambiemos de Mauricio Macri sostenga que vienen por la calidad institucional y que el actual Poder Ejecutivo maneja el Poder Judicial, se constituye en un verdadero acto de cinismo e impunidad mediática. Los hechos son tan claros que huelgan los comentarios. No solamente esto que ha pasado el día de la fecha: el mismo Juez, con la misma policía, ha realizado estrepitosas maniobras de allanamientos,“a troche y moche”, contra candidatos del oficialismo; creando una nueva figura procesal: el allanamiento preelectoral.
Pero el Juez Bonadío parece no estar sólo.
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lunes, 16 de noviembre de 2015

La Ciencia se sube al balotaje


Macri y un país de jardines de infantes

Leandro Etchichury

“¿Qué es esto de universidades por todos lados? Obviamente, muchos más cargos para nombrar. Acá hay que hacer jardines de infante (sic)”, afirmó blandiendo ademanes el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, en una jornada realizada en la Facultad de Ciencias Económicas durante el 2014. Se encontraba custodiado por el ex decano de esa casa, José Luis Giusti, quien este año renunció en medio de un escándalo de denuncias de corrupción y violencia doméstica. En año electoral, la declaración se viralizó rápidamente por redes sociales y la TV, lo que sumado a anteriores manifestaciones y la actual falta de precisiones de ese espacio político en materia de educación, ciencia y tecnología llevó a que a distintos representantes del sector manifestaran su repudio y preocupación.
El acto de mayor peso fue el que se llevó a cabo el pasado lunes 2 de noviembre en la Universidad Nacional de Avellaneda, que congregó a unos 30 rectores de universidades nacionales y provinciales, funcionarios, representantes gremiales, estudiantiles, CONICET y de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU); quienes manifestaron su respaldo a la candidatura de Daniel Scioli en defensa “de los logros alcanzados en materia educativa durante los últimos 12 años”, dado su manifiesto compromiso por “fortalecer el vínculo de la educación, la ciencia y la tecnología dentro de un proceso de desarrollo soberano que apunta al bien común y a brindar una educación de calidad y con igualdad de oportunidades para todos”. El presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la Universidad Nacional de Avellaneda, Ing. Jorge Calzoni, aseguró que “Scioli propone llevar del 6 al 8% el presupuesto educativo y del 0,6 a 1% el presupuesto en ciencia y tecnología. Mientras que Macri no propuso nada. La comunidad universitaria ha reaccionado y se pone en alerta”. Con el mismo objetivo, y bajo la consigna “No nos da lo mismo”, decanos de las distintas facultades de la Universidad Nacional del Centro (Tandil) y representantes de organizaciones gremiales, políticas, docentes, investigadores, graduados, no docentes y estudiantes, se reunieron esa misma semana en la biblioteca central de dicha casa de estudios. Estas movilizaciones se están produciendo en numerosas facultades y plazas del país. El Consejo Directivo de Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA convocó a una “lavada de platos” simbólica en recuerdo de Domingo Cavallo y como advertencia al candidato de los globos amarillos.

Desde el Congreso, el Gobierno viene intentando blindar legalmente algunas conquistas de este tiempo y recientemente aprobó la reforma a la Ley de Educación Superior, sancionada en 1995, reforzando el rol del Estado como “responsable de proveer el financiamiento”, asegurar la gratuidad de los estudios, considerando a la educación superior como un “bien público” y un “derecho humano”. Recientemente, Octavio Frigerio, economista de confianza de Macri había cuestionado la gratuidad de los estudios al asegurar que "la política universitaria que hoy existe es la del más reaccionario y antiprogresista de los subsidios, que es el de la gratuidad".

viernes, 13 de noviembre de 2015

La política exterior de Macri, caballo de Troya del neoliberalismo

Diputado Nacional Guillermo Carmona

El próximo 22 de noviembre elegiremos entre dos modelos de país, representados por las fórmulaspresidenciales delos dos conglomerados políticos en disputa, el Frente para la Victoria, por un lado, y la Alianza Cambiemos, por el otro. Abundan por estos días los catálogos de diferencias que exhiben esos dos modelos. Para describir las dicotomías se pone énfasis en las distintas concepciones sobre el Estado, el mercado y la sociedad, las políticas económicas, tributarias y monetarias, las políticas sociales y laborales, los enfoques sobre la seguridad y la cuestión del federalismo, entre otros aspectos centrales de la política nacional. Sin embargo, hay un campo en el que no se han dimensionado hasta ahorasuficientemente las abismales diferencias entre los dos modelos de país que confrontan electoralmente: el campo de las relaciones internacionales. Sugiero, entonces, que echemos una mirada más atenta a esta dimensión ya que es en la toma de posición frente al mundo donde más evidentemente se reflejan el qué, el por qué y el para qué de los modelos en disputa. Las motivaciones, alcances y consecuencias de las propuestas sostenidas para la política interior quedan en evidencia cuando se las contrasta con las posiciones en materia de política exterior, cuando se las mira desde la perspectiva del lugar en el mundo que se aspira que ocupe nuestro país desde cada una de las visiones. En el debate que se ha abierto al respecto hay una genérica referencia a las posiciones del macrismo en relación a la vuelta de la Argentina a los mercados de capitales y a las políticas de endeudamiento, un previsible giro en la relación de nuestro país con los Estados Unidos y con la región y la mención acerca de la permeabilidad de Macri, como el elegido del mercado financiero internacional, frente a los fondos buitre. La cuestión se presenta como sustancialmente más compleja y con consecuencias potenciales de enorme gravedad. Las políticas que propone la Alianza Cambiemos como políticas internas para la Argentina, especialmente en materia económica, financiera y comercial,son las políticas dictadas por el Consenso de Washington. De tal manera, la dimensión internacional juega un papel central en lo que el conglomerado político, económico y empresarial que sostiene la candidatura de Macri impulsa como proyecto para la Argentina. La concepción de las relaciones exteriores y el rol de los dispositivos institucionales en materia de política exterior (podemos mencionar entre esos dispositivos a la Cancillería, las áreas de relaciones exteriores de cada ministerio, los organismos vinculados al comercio exterior, entre otros) constituyen para el macrismo los puentesllamados a vincularla política internacional y la política nacional. Si la política que propone el macrismo para la Argentina es la que fue dictada por el Consenso de Washingtonresulta vital para ese modelo la puesta en marcha de un potente sistema de articulaciones que haga viable el efecto espejo entre la política internacional a la que se propone adscribir y las concretas políticas que se pretende impulsar dentro de nuestras fronteras. Así podemos analizar que la rearticulación de una relación de subordinación con Estados Unidos y los organismos multilaterales de crédito, la vinculación creciente con los procesos de trasnacionalización de la economía y las finanzas, la incorporación a alianzas y áreas de libre comercio, propias del plano de la política exterior, se corresponden conla liberalización del mercado cambiario, la generación de “competitividad” mediante la reducción de los salarios medidos en dólares, la primarización de la economía por la vía de la liberalización del comercio exterior,la eliminación de subsidios a sectores populares y medios, el abandono de un proyecto de industrialización sustitutiva, entre otrasdecisiones propias de la política nacional. El cambio que propone la Alianza macrista implica una vuelta al Consenso de Washington y sobre tal cambio construye todo el andamiaje “reformista” que impulsa. El “reformismo” macrista implica la desarticulación del modelo de Estado presente, dinamizador de la economía y constructor de un nuevo Estado de bienestar que ha sido impulsado desde el proyecto nacional, popular y democratizador vigente en la Argentina desde 2003, para suplantarlo por un modelo neoliberal con eje en el mercado. Resulta especialmente interesante analizar cada uno de los diez preceptos propuestos en 1989 por John Williamsonen su formulación del Consenso de Washington a la luz de las propuestas que ha estado por estos proclamando el macrismo en los excesos verbales motivados enel festivo exitismo provocado por el resultado inesperado de la primera vuelta del 25 de octubre pasado. Veamos punto por punto: 1. El Consenso de Washigton promueve la “Disciplina en la política fiscal, enfocándose en evitar grandes déficits fiscales en relación con el Producto Interno Bruto”; desde el macrismo se critica el populismo de un gobierno que ha despilfarrado recursos incrementando exageradamente el gasto público. Critican el sobredimensionamiento del Estado, lo declaran ineficiente, critican los incrementos en las plantas de personal relacionándolos con prácticas de “conchabo” de militantes, insinúan restricciones y hasta eliminaciones de paritarias, etc. Connotados referentes económicos del macrismo han llegado a criticar la expansión de jubilaciones, los subsidios orientados al desarrollo industrial y los programas universales como la AUH destinados a perderse “por la canaleta del juego y de la droga” al decir del conservador presidente de la UCR Ernesto Sanz. Pregonan una renovada disciplina fiscal, al mismo tiempo que sostienen una baja generalizada de impuestos. Difícil de explicar semejantes medidas sin políticas de ajuste o, como les gusta denominar a los conservadores europeos amigos de Macri, políticas de “austeridad”. 2. El Consenso de Washington promueve la“Redirección del gasto público en subsidios ("especialmente de subsidios indiscriminados") hacia una mayor inversión en los puntos claves para el desarrollo, servicios favorables para los pobres como la educación primaria, la atención primaria de salud e infraestructura”; desde el macrismo se apunta contra los subsidios al agua, la luz, el gas y el transporte. Las recientes declaraciones de la candidata a la vicepresidencia por la Alianza Cambiemos nos eximen de mayores detalles respecto a la decisión de avanzar contra un esquema de subsidios que ha sido factor de inclusión de amplios sectores de la sociedad y condición de desarrollo económico de una Argentina que ha retomado el camino de la reindustrialización. Si bien el macrismo preanuncia el fin de los subsidios, nada en sus discursos garantiza la redirección de los recursos a otras áreas consideradas claves para el desarrollo, como propone el Consenso de Washington. Recordemos que Macri ha cuestionado la creación de nuevas Universidades, ha desfinanciado el sistema de salud en la CABA y ha subejecutado los presupuestos en materia de infraestructura en la ciudad que gobierna. 3. El Consenso de Washington promueve la “Reforma tributaria, ampliando la base tributaria y adopción de tipos impositivos marginales moderados”; el macrismo anuncia la eliminación de retenciones y otros impuestos que hoy afectan a quienes tienen mayores ingresos. La práctica de Macri desde la Jefatura del Gobierno porteño ha sido la del incremento salvaje de tarifas, impuestos y servicios que gravan a los sectores populares y medios, en lo que parece ser una tendencia hacia la adopción de sistemas tributarios regresivos que apuntan a socializarentre las mayorías populares el peso de la tributación que dejarían de pagar los sectores más poderosos. 4. El Consenso de Washington promueve “Tasas de interés que sean determinadas por el mercado y positivas (pero moderadas) en términos reales”; la desregulación del sistema financiero es proclamada por todos los economistas del macrismo. Los vínculos de sus economistas con la banca transnacional y/o nacional y con los organismos multilaterales de crédito que promueven estas políticas macroeconómicasson evidentes en la mayoría de los casos. 5. El Consenso de Washington promueve “Tipos de cambio competitivos”; el macrismo, en consonancia, ha presentado como panacea para casi todos los problemas de la economía argentina al “sinceramiento” del tipo de cambio y su determinación por el mercado, lo que implica una brutal devaluación que afectaríaprincipalmente al salario de los trabajadores y generaría una escalada inflacionaria. 6. El Consenso de Washington promueve la “Liberación del comercio: liberación de las importaciones, con un particular énfasis en la eliminación de las restricciones cuantitativas (licencias, etc.); cualquier protección comercial deberá tener aranceles bajos y relativamente uniformes”; el macrismo promueve la liberalización del comercio y de las importaciones. Resuenan aún las palabras del economista Carlos Melconián proclamando que desde el macrismo“en lo único que creemos es en el comercio”. Se trata de una definición que implica necesariamente una nueva orientación de la política exterior de nuestro país en dirección a la articulación de la Argentina con alianzas o áreas de libre comercio como la Alianza del Pacífico y el TPP, y una abierta toma de distancia del Mercosur y sus medidas en favor de la protección de los mercados internos nacionales y del mercado regional. 7. El Consenso de Washington promueve la “Liberalización de las barreras a la inversión extranjera directa”; el macrismo anuncia como política central en materia económica la generación de “confianza” para atraer inversiones y la vuelta al mercado de capitales para aprovechar la disponibilidad de crédito “barato”en los organismos multilaterales y banca transnacional. Cada vez queda más claro que el precio de la generación de esa “confianza” en los inversores es la reducción del valor de los salarios de los trabajadores argentinos medidos en dólares, la apertura comercial y la total desregulación en materia de ingreso y egreso de capitales. 8. El Consenso de Washington promueve la “Privatización de las empresas estatales”; aquí el macrismo simula compromisos con el sostenimiento del rol del Estado en los principales sectores nacionalizados por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Sin embargo, ya trascendió la opinión de Juan José Aranguren, referente del área energética del macrismoy ex directivo de Shell quien ha sostenido que van a "evaluar el plan de negocios de la compañía para poder recomendar o no la continuidad de este tipo de administraciones" al ser consultado por la posibilidad de que YPF deje de ser una empresa nacional y que "no es relevante recuperar el autoabastecimiento y la soberanía hidrocarburífera". Los antecedentes del macrismo en la CABA denotan un perverso mecanismo de tercerizaciones disimuladas que implica la transferencia del control y concesiones hacia el sector privado intentado evitar las privatizaciones al estilo menemista. 9. El Consenso de Washington promueve la “Desregulación: abolición de regulaciones que impidan acceso al mercado o restrinjan la competencia, excepto las que estén justificadas por razones de seguridad, protección del medio ambiente y al consumidor y una supervisión prudencial de entidades financieras”; desde el macrismo se ha sostenido una fuerte crítica a la intervención del Estado y a las regulaciones en distintos campos que consideran deberían quedar librados a las reglas del libre mercado. Basta repasar dichos del propio Mauricio Macri o las versiones taquigráficas de las Cámaras legislativas para identificar el afán desregulador del macrismo presente de manera sistemática en los voceros económicos y políticos de los bloques PRO y UCR. 10. El Consenso de Washington promueve “seguridad jurídica para los derechos de propiedad”; desde el macrismo han sostenido una feroz crítica a los gobiernos del FpV y al papel histórico del peronismo por el supuesto ataque a la seguridad jurídica y la violación del derecho de propiedad privada. Recordemos que la negativa macrista a la ley de nacionalización de YPF tuvo como argumento el rechazo de la supuesta confiscación de los activos de Repsol por parte del Estado nacional cuando, en realidad, todo el proceso se ajustaba al régimen jurídico de las expropiaciones. Aún después del acuerdo entre el gobierno nacional y Repsol por la indemnización correspondiente a la expropiación del 51 % de las acciones de Repsol, el macrismo siguió tachando a todo el proceso como confiscatorio. Se ha señalado desde el Frente para la Victoria que el macrismo no tiene programa de gobierno. En realidad, no lo necesita ya que ha asumido como propio, como lo hemos probado en los párrafos precedentes, al programa neoliberal del Consenso de Washington, debidamente disimulado por genialidades comunicacionales y discursivas que buscan evitar el espanto en el electorado. La adscripción del macrismo a ese programa del Consenso de Washigton implica y requiere de: 1. El abandono de la República Argentina de las políticas de autonomía relativa en materia de relaciones internacionales vigentes desde 2003. 2. El realineamiento internacional de la Argentina tras las potencias y organismos promotores del programa neoliberal. Tal realineamiento implica concretar lo que desde la oposición política, económica y mediática fue formulado como la necesidad de “reinserción de la Argentina en el mundo”. 3. El consiguiente retorno a la práctica de alineamiento automático tras potencias y organismos multilaterales de crédito sostenedores de las políticas neoliberales y promotores del capitalismo financiero trasnacional. 4. El giro hacia el alineamiento automático tras potencias desarrolladas en ámbitos como el G-20 y la OMC. 5. La relativización de la prioridad y el eventual abandono de los procesos de integración regional con la impronta dada a partir de 2003 en espacios como Mercosur, Unasur y Celac. 6. El abandono de las políticas de protección del mercado interno y del desarrollo de la industria sustitutiva de importaciones. 7. El mantenimiento de vínculos bilaterales novedosos promovidos en Argentina a partir de 2003, como es la relación con China y países del sudeste asiático, pero bajo una nueva impronta marcada por el objetivo de alcanzar acuerdos de libre comercio. 8. La relativización y eventual abandono de las políticas de Cooperación Sur-Sur y de los foros y organismos que la expresan, como el G-77 más China. 9. Un giro sustancial en la Cuestión Malvinas mediante la relativización de la cuestión de la reivindicación de soberanía y la potenciación de una política orientada a la priorización de los acuerdos comerciales y de inversión con el Reino Unido de Gran Bretaña. 10. La modificación sustancial del perfil de la Cancillería Argentina con un giro desde la concepción de una Cancillería al servicio de los intereses nacionales y las prioridades fijadas por la política nacional hacia una Cancillería a la que se encomiende la misión de facilitar la concreción del programa neoliberal y la articulación de la Argentina con el sistema comercial y financiero promovido por las potencias desarrolladas y los organismos multilaterales de crédito. Un buen botón de muestra del giro en política exterior que proyecta implementar la actual oposición es el documento que el autodenominado Grupo Consenso ha generado a partir de una oficiosa iniciativa del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales. El documento titulado “Seremos afuera lo que seamos adentro” desarrolla en 20 puntos lo que los firmantes y adherentes consideran que tiene que ser la Argentina puertas adentro de acuerdo a lo que ha sido decidido que la Argentina sea desde afuera. Si se lee atentamente el contenido del documento el título correcto sería “Seremos adentro lo que seamos afuera”. Los autores, firmantes y adherentes afirman estar “persuadidos de la necesidad de insertar adecuadamente a la Argentina en el mundo”, un cliché típico de la derecha liberal-conservadora argentina de todas las épocas. Es un documento lleno de suspicacias, eclecticismos y eufemismos, que entraña una despectiva mirada de la actual política exterior de nuestro país. Destaco y comento algunos de los párrafos imperdibles del documento: En un impresionante esfuerzo por compatibilizar tendencias contrapuestas como son la globalización y la integración el documento propone: “2)(….) Debemos privilegiar la integración regional y generar la mayor cantidad de alianzas con países del mundo, a fin de enfrentar los desafíos y oportunidades de esta nueva era.Globalización e integración deben ser los vectores principales de una Estrategia de InserciónGlobal en el siglo XXI.” Se trata del mentado regionalismo abierto de los años ’90, una propuesta orientada a que los esfuerzos de integración regional, en nuestro caso suramericana y latinoamericana-caribeña, se articulen con los procesos de la actual división internacional del trabajo. A nosotros nos toca aportar, como expresa el documento opositor, alimentos y energía, es decir los insumos que el mundo desarrollado espera de nosotros. Dista significativamente esta concepción de la que ha predominado desde el 2003 que concibió al proceso de integración regional como el eje articulador principal de la política exterior argentina y como condición fundamental para el desarrollo nacional. El documento expresa el consenso de quienes conciben nuestra inserción en el mundo a partir de nuestra “identidad occidental”. Hacía mucho que no se leía una aseveración de esa naturaleza, que remite a aquello de lo “occidental y cristiano” sobredimensionado durante la última dictadura cívico-militar: “3) El destino de nuestro país, su rango internacional, su soberanía política y la calidad delnivel de vida de nuestra población dependerán, en enorme medida, de la relación queconsigamos establecer con el resto del mundo, partiendo de nuestra identidad occidental,como sociedad que practica y defiende las instituciones republicanas, la división de poderes,la libertad de expresión, los derechos humanos y las garantías individuales.”No resulta del todo comprensible lo sugerido en el párrafo 3) si no se lee lo que el párrafo 6) consagra: “6) Al mismo tiempo, el mundo actual se caracteriza por el hecho que los Estados que han tenido éxito han sido aquellos que han conseguido vincular sus proyectos nacionales con las corrientes más dinámicas de la realidad internacional en cada momento histórico.” ¿Vincular los proyectos nacionales a las corrientes más dinámicas de la realidad internacional no implica realinear nuestra política exterior a las corrientes que fijan las potencias occidentales? Para responder a nuestra preguntaparece haber sido concebido el párrafo 11) del documento: “11) Proponemos revalorizar nuestras relaciones con los países que son los centros de decisión internacional que más nos afectan utilizando para ello el diálogo y entendimientos que en cada caso sepamos construir con cada uno de esos actores internacionales claves, de forma de potenciar emprendimientos surgidos de nuestra propia iniciativa.” La cuestión del comercio no podría haber estado ausente en el documento: “14) (….) Debemos continuar incrementando las corrientes de comercio con los grandes compradores de alimentos, pero generando intereses comunes que nos permitan interesarlos en forma positiva acerca de la conveniencia de pasar a una escala superior de inversiones y emprendimientos conjuntos que contribuyan a favorecer nuestro desarrollo y que al mismo tiempo sean percibidos como una vía más sólida para garantizarles su seguridad de abastecimiento a largo plazo.” Se trata de un párrafo plagado de eufemismos: al plantear el incremento de las corrientes de comercio, ¿no están sugiriendo el libre comercio?, la generación de intereses comunes ¿implica la asociación en áreas de libre comercio?, la búsqueda de “interesarlos” a los potenciales compradores ¿implican concesiones respecto de la protección del mercado interno y la apertura comercial?, la garantía de “abastecimiento a largo plazo” ¿no tiene que ver con aceptar la nueva división internacional del trabajo que implica que nuestro país acepte un destino de primarización de su economía? La Cuestión Malvinas es abordada desde una mirada que se aproxima a las aborrecidas posiciones del menemismo en los ‘90. Después de destacar la reivindicación de soberanía sostienen: “18)(….) destacamos la importanciade desplegar una intensa actividad diplomática para alcanzar una resolución pacífica en el conflicto de soberanía sobre Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”. Hasta aquí podríamos estar de acuerdo con el “consenso” propuesto. Pero sigue: “La resolución de este tema será favorecida por políticas de concertación, evitando confrontaciones estériles y, al mismo tiempo, promoviendo una firme defensa del interés nacional en un contexto de asociación regional acorde con el período histórico que nos toca vivir”. La reticencia del Reino Unido a todo diálogo nos lleva a preguntarnos de qué modo piensan desarrollar “políticas de concertación”. ¿Es posible concertar algo con el Reino Unido sin dejar de lado la cuestión de la soberanía y sin aceptar que los kelpers se sienten en la mesa de concertación? Las concesiones que implicaría esta política serían tanto o más nefastas que las sostenidas durante el menemismo. Fulvio Pompeo, uno de los firmantes del documento y estrecho colaborador de Macri en materia de política exterior, ha sostenido recientemente en una entrevista concedida a TheTelegraph que "Mauricio Macri no nombrará un ministro para las Islas Malvinas si es electo presidente y trabajará para descongelar las relaciones de Argentina con Gran Bretaña", y que "el actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planea trazar un camino conciliatorio y terminar con la relación demagógica de los últimos años”. Pompeo agregó que "Tenemos que restaurar esta relación que ha estado congelada en los últimos años, como resultado de este conflicto". Un buen nombre para esta política sería “política de paraguas de la soberanía”… Los temas ausentes en el documento dicen tanto como los que han sido incluidos y desarrollados: no hay ninguna referencia a la disputa con los fondos buitre, ni al proceso de reestructuración de deuda argentino, ni a la iniciativa argentina de regulación de los procesos de reestructuración de deudas soberanas en el seno de Naciones Unidas. Tampoco a la cooperación Sur-Sur, con la salvedad de la mención de la importancia en el mundo actual de los países de economías emergentes, una obviedad que soslayarla constituiría una grosería. No se menciona ni una sola vez la palabra industria o industrialización. No hay críticas explícitas ni implícitas al proteccionismo europeo y norteamericano ni referencias a la necesaria protección del mercado interno argentino y regional. Como podemos observar Macri ya tiene quienes le traduzcan el Consenso de Washington desde el campo de la economía al de las relaciones internacionales. El nombre del Grupo Consensono pareciera ser fruto de las coincidencias, podría perfectamente denominarse “Grupo Consenso de Washington”. Mucho se ha especulado sobre quienes podrían ocupar el Ministerio de Economía en un eventual gobierno de Macri, y poca atención se le ha dado a las candidaturas a la Cancillería. Una indagación más profunda y atenta al respecto podría ayudar a advertir que el riesgo mayor para el pueblo argentino provendría, en el hipotético caso de que Macri fuera Presidente, del lado de la implementación en nuestro país de políticas de alcance global a las que adscribe el macrismo. En tal caso, el caballo de Troya del neoliberalismono habría de incursionar tan solo por el lado del Ministerio de Economía. Como ya ocurrió durante el menemismo,al caballo de Troya también hay que esperarlo por la palaciega “casa” ubicada en el rincón más coqueto del barrio de Retiro. No serían pocos los diplomáticos de la “casa” que se regocijarían con el regreso a los viejos y buenos tiempos de una Argentina plenamente integrada a ese mundo del que se sienten parte desde siempre Macri y el macrismo.Se presenta esta posibilidad justo ahora que nuestra Troya empieza a ser parte de una liga de gobiernos y de pueblos que aprendieron a identificar a los caros y letales “presentes griegos” y a defenderse de ellos.

viernes, 6 de noviembre de 2015

martes, 3 de noviembre de 2015

Melconian (PRO): "No se pueden subir más los sueldos y las jubilaciones"



El asesor económico de Mauricio Macri, Carlos Melconian, afirmó que "ya no se pueden subir más sueldos y jubilaciones". El economista se declaró a favor de la reducción de gasto público y la eliminación de las paritarias y los aumentos jubilatorios establecidos por ley. "Este Gobierno se fumó las reservas, las vacas y el trigo", aseguró el principal consultor económico del candidato presidencial de Cambiemos. Melconian dijo que en la Argentina es necesario un "tipo de cambio competitivo", que según estimó, debería llegar a un nivel similar al dólar blue. El posible ministro de Economía de Macri si gana el 22 de noviembre reconoció que bajar la inflación "no puede ser a cualquier costo" y descartó un "ajuste draconiano". En ese marco, descartó cualquier movimiento brusco más allá de la devaluación y aseguró que "lo del shock es una chicana periodística". En ese marco, el ex director del Banco Central durante la gestión de Domingo Cavallo defendió la aplicación de un "programa integral" ante "la caída de reservas a cero" y frente a "los cuatro años de estancamiento productivo". Melconián disertó en un debate organizado por la Bolsa de Comercio, donde también criticó que "es muy costoso para el país tener nueve años consecutivos de inflación de dos dígitos". Ante esto abogó porque se haga más que enfatizar el cómo. "Para mí, la discusión entre shock o gradualismo es irrelevante. La inflación debe dejar de comerse el salario, la competitividad, etcétera", aseveró.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Elecciones: Los números no mienten

Leandro Etchichury
Miradas al Sur


Si hay dos actores políticos a los que el ex gerente de Socma Inversora y actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, les debe su remontada electoral respecto de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) son, en primer lugar, la futura gobernadora de Buenos Aires y actual vicejefa de Gobierno de la CABA, María Eugenia Vidal, y en segundo término, el cordobesismo de José Manuel de la Sota, que tuvo un trasvasamiento abrumador de votos desde el gobernador saliente hacia el jefe de gobierno porteño, perjudicando, incluso, al candidato tigrense de su Unión.
Allí se podrá encontrar la principal cantera del casi un millón seiscientos mil nuevas preferencias. Sin embargo, la captación de estos nuevos votos no fue sólo un fenómeno de Cambiemos –aunque sí se destacó por la magnitud–, ya que Sergio Massa, a través de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), obtuvo unos 600 mil votos más que en las primarias, y Daniel Scioli 280 mil. Esta acumulación de las tres principales fuerzas encuentra su razón en una mayor participación electoral, que del 73 por ciento pasó a casi el 81, es decir, unos dos millones quinientos mil votantes nuevos; y a su vez, la sumatoria de votos blancos y nulos que cayó de aproximadamente de un millón doscientos mil a unos 785 mil...

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