Leemos
Poco y nada quedó de la ampulosa causa judicial sustentada en las
declaraciones de la secretaria de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga,
iniciada a raíz de la entrevista que le hiciera Jorge Lanata. Los cuatro
testigos que ella dijo que iban a corroborar sus dichos la
desmintieron, incluyendo hechos tan objetivos como que la oficina de
Quiroga quedaba a 70 metros de la de Kirchner y que por lo tanto no es
cierto –como afirmó– que ella viera todos los días quién entraba y quién
salía. Pero el testimonio de quien fue pareja de Quiroga, Néstor
Senyszyn, terminó por hundirla: dijo que Quiroga le contó que habló con
Lanata para que le editaran su libro, que ése constituye su único
ingreso, que ella misma se promocionaba como amante de Kirchner para
tener más poder y que en los tres años de relación que mantuvieron nunca
le mencionó que se llevaran o trajeran bolsos con dinero. “Yo he
hablado con Miriam en estos años muchas veces, sí; pero que hablara de
bolsos con dinero, jamás.” Senyszyn, custodio presidencial desde la
época de Fernando de la Rúa, se vio con Quiroga en un McDonald’s de
Cabildo y Federico Lacroze antes de que el programa saliera al aire:
“Ella me dijo que lo hacía porque era el momento justo, ya que
publicaría su libro y en ese momento Lanata tenía más de treinta puntos
de rating”.
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