martes, 3 de septiembre de 2013

Las mentiras de Lanata se siguen cayendo a cachos

Desde La Bengala... en varios artículos hemos tratado de mostrar los pocos cimientos que tienen las investigaciones del transformista Jorge Lanata, pero lo que publica hoy Raúl Kollmann es contundente.

Leemos

Poco y nada quedó de la ampulosa causa judicial sustentada en las declaraciones de la secretaria de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga, iniciada a raíz de la entrevista que le hiciera Jorge Lanata. Los cuatro testigos que ella dijo que iban a corroborar sus dichos la desmintieron, incluyendo hechos tan objetivos como que la oficina de Quiroga quedaba a 70 metros de la de Kirchner y que por lo tanto no es cierto –como afirmó– que ella viera todos los días quién entraba y quién salía. Pero el testimonio de quien fue pareja de Quiroga, Néstor Senyszyn, terminó por hundirla: dijo que Quiroga le contó que habló con Lanata para que le editaran su libro, que ése constituye su único ingreso, que ella misma se promocionaba como amante de Kirchner para tener más poder y que en los tres años de relación que mantuvieron nunca le mencionó que se llevaran o trajeran bolsos con dinero. “Yo he hablado con Miriam en estos años muchas veces, sí; pero que hablara de bolsos con dinero, jamás.” Senyszyn, custodio presidencial desde la época de Fernando de la Rúa, se vio con Quiroga en un McDonald’s de Cabildo y Federico Lacroze antes de que el programa saliera al aire: “Ella me dijo que lo hacía porque era el momento justo, ya que publicaría su libro y en ese momento Lanata tenía más de treinta puntos de rating”.

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