Leemos
Una operación de compra de un coche y de un ómnibus con dólares
falsos provenientes de un procedimiento irregular terminaría con una
denuncia y la posterior detención de El Francés. En el mismo accionar
judicial se allanó la vivienda de Viarnes en barrio Urca –zona acomodada
de la capital provincial– donde aparecieron 340 mil dólares apócrifos,
pero de gran “calidad”. Ese fue el comienzo del tiempo de desgracia para
los narcopolicías, que le soltaron la mano a un hombre que sabía
demasiado.
Abandonado, El Francés decidió “prender el ventilador” y comenzó a
revelar detalles sobre la bochornosa trama de la que había sido parte.
Recuperó la libertad pronto, en menos de un mes, tras haber declarado
profusamente ante el Juzgado Federal Nº 1 de Córdoba. Según él mismo
admite abiertamente, lo hizo porque estaba amenazado de muerte y
necesitaba protección.
Lo siguiente fue la investigación del programa televisivo ADN,
conducido por el periodista Tomás Méndez, que incluía una serie de
cámaras ocultas. El estallido televisivo del 4 de septiembre hizo que al
día siguiente los policías aludidos pidieran licencia. Sólo 24 horas
más tarde ocurrió la muerte de Juan Alós, de 32 años, uno de los
oficiales de Drogas Peligrosas mencionados en el informe. Su cuerpo
apareció con un tiro en la sien, dentro de su propio vehículo y en un
escenario que se presentaba como suicidio.
Una multitud de policías, con móviles y de uniforme, participó del
velorio en la ciudad de Alta Gracia. Luego se conocería que muchos de
ellos asistieron en calidad de “recargados” en las horas de servicio.
(...)
Pero el fiscal federal Enrique Senestrari consiguió la autorización del
juez Ricardo Bustos Fierro para allanar la central policial de Colón y
Santa Fe y para detener a cinco integrantes de Drogas Peligrosas, entre
ellos su director, el comisario Rafael Sosa. Sin escalas, el escándalo
saltó a la escena política cuando el bloque oficialista de la
Legislatura de Córdoba recibió órdenes expresas para sacar en tiempo
record una declaración de repudio contra el fiscal Senestrari. Quien
llevó la voz cantante fue Sergio Busso, jefe de la bancada, quien
calificó la operación del fiscal como “una burda operación del gobierno
nacional”.
(...)
El jueves 12 de septiembre, con cinco policías presos, el fiscal
Senestrari se encargaba de detallar a la prensa los resultados de los
allanamientos. “Se encontraron estupefacientes en la Jefatura de la
Policía y en el baúl de uno de los móviles policiales. La droga estaba
en condiciones absolutamente ilegales. También se encontraron armas con
numeración limada. Esto demuestra que puede ser cierto que podría ser
utilizada para cargar a personas a las que querían incriminar.” En un
absurdo intento por seguir tapando el escándalo, el jefe de Gabinete
Oscar González se despachó sobre el hallazgo, afirmando que “no era
droga no declarada; era droga para entrenar a los perros”.
La seguimos en la próxima entrada ...
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