sábado, 17 de agosto de 2013

La ética republicana

Leemos que "en 2004, María Julia Alsogaray fue condenada por enriquecimiento ilícito. La Justicia impuso a la funcionaria tres años de prisión y la devolución de 500 mil dólares de un contrato que había falseado con la empresa Astilleros Alianza y 622 mil pesos de sobresueldos por la ley secreta de fondos reservados. En aquel entonces, el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (Cipce) logró que el Tribunal Federal Oral Nº 4 aceptara destinar al Hospital pediátrico Garrahan 700 mil dólares que se le decomisaron. Luego de nueve años de litigio, la Corte Suprema decidió rechazar esta medida. En su resolución sostiene que no está autorizada para asignar ese dinero a un hospital público y que esta “transferencia sin cargo de fondos públicos a terceros iría en contra de las normas que garantizan el financiamiento del Poder Judicial”. Con esta determinación dio por cerrado el caso".

 El director ejecutivo del Cipce, Agustín Carrara dijo a Página/12 que “es curioso que la decisión de la Corte Suprema no fuera publicada ni siquiera en su portal de noticias. Sólo pudimos acceder a ella los involucrados o aquellos pocos que tienen su número de expediente. El máximo tribunal ha decidido darle la espalda a la sociedad civil, negándose a participar en una política pública que busque combatir la corrupción. Asignar ese dinero a un fin social habría sido fundamental en el cambio cultural que se necesita para enfrentar la criminalidad económica, mostrando la importancia de recuperar activos robados del Estado”.

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