Como al establishment neoliberal no le alcanzó con denunciar a Axel Kicilliof de judeo-marxista, hoy en El Cronista pudimos leer lo siguiente:
"Fue un día tranquilo, casi de reflexión, acorde con la fiesta de la
pascua judía o Pesaj, que arrancó anoche con la aparición de la primera
estrella en el cielo. Si bien una parte del mercado marcó ausente en
las mesas de dinero y prefirió conmemorar un año más de la reconquista
de su libertad después de vivir en el exilio bajo el régimen de
esclavitud impuesto por el Faraón egipcio, la parte de operadores que sí
lo hizo prácticamente se dedicó a calcular la probabilidad de que la
selección argentina de fútbol gane hoy en La Paz en los 3.600 metros de
altura, antes que a realizar alguna compra-venta de dólares. Son
jornadas cargadas de Coca light, ensalada Caesar y café cortado en
jarrito... y nada más. Aquí y allá algún guefilte fish..."
Jugar con la remanida imágen del judio avaro y especulador para asociarla con el alza del dólar del mercado ilegal, no da para interesar al INADI?
¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
martes, 26 de marzo de 2013
sábado, 23 de marzo de 2013
Inseguridad, policía y poder político
Leemos hoy al periodista Raúl Kollmann
Lo insólito es que para ese momento la guerra abierta entre las bandas de narcos ya había producido numerosas víctimas y en Rosario, por ejemplo, hubo tiroteos y asesinatos dentro de la hinchada de Newell’s justamente por el manejo de la droga. Las batallas en el sur de la ciudad estuvieron en las tapas de los diarios santafesinos y nacionales durante semanas. Tognoli no estuvo a cargo de Drogas Peligrosas unos meses: fue el titular de esa división desde 2008, tres años.
Esto significa que el gobierno provincial en lugar de tomar directamente el mando de una seguridad atravesada por una crisis de asesinatos y guerras de narcos, no sólo delegó todo en hombres de uniforme, sino justamente en quien estaba a cargo de combatir lo que produjo la crisis.
Cuando, el año pasado, Página/12 reveló la investigación sobre Tognoli hecha por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a pedido de la fiscalía, los voceros del gobierno santafesino pusieron el grito en el cielo: hablaban de operación política. Un comisario decía en una escucha que para vender drogas había que arreglar con el jefe directamente, 30.000 pesos por mes; y se utilizó una clave del mismo jefe para averiguar qué autos estaba utilizando la PSA en la investigación contra el hombre que distribuía drogas en Villa Cañás.
Conocidos cuáles eran los vehículos, el dato se le pasó al narco del que se hablaba en el diálogo telefónico, el también procesado ayer Carlos Ascaíni. Y, además, este diario contó la historia de Ojitos, Ignacio Actis Caporale, otro narco de Rosario, amparado por Drogas Peligrosas, que –curiosamente– sigue prófugo. Un grupo de policías asaltó un departamento de Ojitos y se llevó dinero y drogas. No fue un procedimiento para detener a alguien y secuestrar estupefacientes, sino lo que llaman mejicaneada. Al que supuestamente le tiró el dato a los policías, los muchachos de Ojitos lo metieron en un patrullero en reparación y lo torturaron durante horas. En otro procedimiento, estuvieron a punto de capturar a Ojitos, le secuestraron un Audi, que la comisaría le devolvió a los pocos días fraguando actas de lo ocurrido.
Para ese momento, la guerra entre narcos se había cobrado decenas de víctimas entre enero y octubre de 2012. El primer día del año ya habían asesinado a tres jóvenes por error. Los homicidios en Rosario treparon al doble que en Córdoba capital, una ciudad con más habitantes que la urbe santafesina. Y ni siquiera todos esos indicios y datos llevaron al gobierno provincial a tomar la seguridad en sus manos y desplazar a los hombres de uniforme –en especial a Tognoli– de las decisiones.
La seguridad se utilizó en los últimos años como herramienta electoral e ideológica. Hubo campeones de la mano dura, como Francisco de Narváez que publicitó ampliamente una posible solución: un mapa del delito en el que los ciudadanos podían verter sus denuncias. De Narváez no fue capaz de controlar ni su mapa del delito: se incluían denuncias anónimas que señalaban, por ejemplo, que se vendían drogas en su casa de Barrio Parque o en el entorno de la vivienda de Mauricio Macri. Y eso figuraba, sin verificación alguna.
No basta con hablar de inseguridad. La administración de Daniel Scioli lo ha hecho desde el primer día y tiene la elevada cantidad de homicidios que se corresponden con un fenómeno que es complejo y no admite soluciones simplistas: un conurbano con bolsones de marginalidad, narcotráfico y complicidad policial. En la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires hubo que desplazar a la Policía Federal del cordón sur porteño para reducir los índices de criminalidad. El estudio de la Corte Suprema fue categórico: el poder político sacó a los federales de las comisarías, pusieron a los gendarmes, empezaron a trabajar con policías no armados en las villas y las cosas empezaron a mejorar. No lo dice sólo la Corte, sino que lo dicen también los Curas en Opción por los Pobres que trabajan en las villas.
Como lo señala el Acuerdo para una Seguridad Democrática, impulsado entre otros por León Arslanian, pero firmado por casi todo el arco político, es responsabilidad del Estado garantizar la seguridad de la población. Pero el primer punto es terminar con el autogobierno policial, tener todos los hilos y estrategias en manos de las autoridades gubernamentales. Y el segundo punto es desactivar las redes de delito, las organizaciones y bandas. Se requiere de eficacia policial (efectivos bien entrenados y bien pagos, tecnología e información), eficiencia judicial y penitenciaria. Pero todo eso a partir de un poder político que gobierne en todo el sentido de la palabra.
Hugo Tognoli fue el jefe de la División Drogas
Peligrosas de la policía santafesina hasta fines de 2011. En ese momento
se lo puso al mando de toda la fuerza, o sea de todos los policías de
Santa Fe.
Lo insólito es que para ese momento la guerra abierta entre las bandas de narcos ya había producido numerosas víctimas y en Rosario, por ejemplo, hubo tiroteos y asesinatos dentro de la hinchada de Newell’s justamente por el manejo de la droga. Las batallas en el sur de la ciudad estuvieron en las tapas de los diarios santafesinos y nacionales durante semanas. Tognoli no estuvo a cargo de Drogas Peligrosas unos meses: fue el titular de esa división desde 2008, tres años.
Esto significa que el gobierno provincial en lugar de tomar directamente el mando de una seguridad atravesada por una crisis de asesinatos y guerras de narcos, no sólo delegó todo en hombres de uniforme, sino justamente en quien estaba a cargo de combatir lo que produjo la crisis.
Cuando, el año pasado, Página/12 reveló la investigación sobre Tognoli hecha por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a pedido de la fiscalía, los voceros del gobierno santafesino pusieron el grito en el cielo: hablaban de operación política. Un comisario decía en una escucha que para vender drogas había que arreglar con el jefe directamente, 30.000 pesos por mes; y se utilizó una clave del mismo jefe para averiguar qué autos estaba utilizando la PSA en la investigación contra el hombre que distribuía drogas en Villa Cañás.
Conocidos cuáles eran los vehículos, el dato se le pasó al narco del que se hablaba en el diálogo telefónico, el también procesado ayer Carlos Ascaíni. Y, además, este diario contó la historia de Ojitos, Ignacio Actis Caporale, otro narco de Rosario, amparado por Drogas Peligrosas, que –curiosamente– sigue prófugo. Un grupo de policías asaltó un departamento de Ojitos y se llevó dinero y drogas. No fue un procedimiento para detener a alguien y secuestrar estupefacientes, sino lo que llaman mejicaneada. Al que supuestamente le tiró el dato a los policías, los muchachos de Ojitos lo metieron en un patrullero en reparación y lo torturaron durante horas. En otro procedimiento, estuvieron a punto de capturar a Ojitos, le secuestraron un Audi, que la comisaría le devolvió a los pocos días fraguando actas de lo ocurrido.
Para ese momento, la guerra entre narcos se había cobrado decenas de víctimas entre enero y octubre de 2012. El primer día del año ya habían asesinado a tres jóvenes por error. Los homicidios en Rosario treparon al doble que en Córdoba capital, una ciudad con más habitantes que la urbe santafesina. Y ni siquiera todos esos indicios y datos llevaron al gobierno provincial a tomar la seguridad en sus manos y desplazar a los hombres de uniforme –en especial a Tognoli– de las decisiones.
La seguridad se utilizó en los últimos años como herramienta electoral e ideológica. Hubo campeones de la mano dura, como Francisco de Narváez que publicitó ampliamente una posible solución: un mapa del delito en el que los ciudadanos podían verter sus denuncias. De Narváez no fue capaz de controlar ni su mapa del delito: se incluían denuncias anónimas que señalaban, por ejemplo, que se vendían drogas en su casa de Barrio Parque o en el entorno de la vivienda de Mauricio Macri. Y eso figuraba, sin verificación alguna.
No basta con hablar de inseguridad. La administración de Daniel Scioli lo ha hecho desde el primer día y tiene la elevada cantidad de homicidios que se corresponden con un fenómeno que es complejo y no admite soluciones simplistas: un conurbano con bolsones de marginalidad, narcotráfico y complicidad policial. En la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires hubo que desplazar a la Policía Federal del cordón sur porteño para reducir los índices de criminalidad. El estudio de la Corte Suprema fue categórico: el poder político sacó a los federales de las comisarías, pusieron a los gendarmes, empezaron a trabajar con policías no armados en las villas y las cosas empezaron a mejorar. No lo dice sólo la Corte, sino que lo dicen también los Curas en Opción por los Pobres que trabajan en las villas.
Como lo señala el Acuerdo para una Seguridad Democrática, impulsado entre otros por León Arslanian, pero firmado por casi todo el arco político, es responsabilidad del Estado garantizar la seguridad de la población. Pero el primer punto es terminar con el autogobierno policial, tener todos los hilos y estrategias en manos de las autoridades gubernamentales. Y el segundo punto es desactivar las redes de delito, las organizaciones y bandas. Se requiere de eficacia policial (efectivos bien entrenados y bien pagos, tecnología e información), eficiencia judicial y penitenciaria. Pero todo eso a partir de un poder político que gobierne en todo el sentido de la palabra.
jueves, 21 de marzo de 2013
El modelo australiano
Leemos
El gobierno de Australia se disculpó por la política que se aplicó en décadas pasadas de obligar a las madres solteras a entregar a sus bebés en adopción.
Las palabras no pueden reparar el daño, dijo la primera ministra Julia Gillard en el Parlamento. Esa presión de darle bebés a las parejas sin hijos "golpeó el lazo más sagrado que existe: el vínculo entre una madre y su bebé", sostuvo.
Entre las décadas de 1950 y 1970 se estima que unos 150.000 niños fueron entregados en adopción en contra de la voluntad de sus madres. Unas 800 madres y adoptados estaban presentes en el Parlamento para escuchar la disculpa de Gillard. El gobierno prometió financiar terapias para los afectados.
El gobierno de Australia se disculpó por la política que se aplicó en décadas pasadas de obligar a las madres solteras a entregar a sus bebés en adopción.
Las palabras no pueden reparar el daño, dijo la primera ministra Julia Gillard en el Parlamento. Esa presión de darle bebés a las parejas sin hijos "golpeó el lazo más sagrado que existe: el vínculo entre una madre y su bebé", sostuvo.
Entre las décadas de 1950 y 1970 se estima que unos 150.000 niños fueron entregados en adopción en contra de la voluntad de sus madres. Unas 800 madres y adoptados estaban presentes en el Parlamento para escuchar la disculpa de Gillard. El gobierno prometió financiar terapias para los afectados.
lunes, 18 de marzo de 2013
Fijate qué zapatos comprás
Entre los numerosos garcas que publicaron en los "fúnebres" del diario La Nación su homenaje al fallecido ministro de Economía de la última y sangrienta dictadura cívico militar, encontramos esto:
MARTINEZ de HOZ, José Alfredo (Joe),
q.e.p.d. - Alberto y Silvia Grimoldi participan con muchísima pena su
fallecimiento y acompañan con cariño a sus hijos en estos dolorosos
momentos.
Los mismos de la zapateria Grimoldi. Tenelo en cuenta...

Los mismos de la zapateria Grimoldi. Tenelo en cuenta...
sábado, 16 de marzo de 2013
Gestando futuro
Paraná, 15 y 16 de marzo
No lo vamos a extrañar
Murió José Alfredo Martínez de Hoz, el ex ministro de Economía de la última dictadura cívico-militar. Mentor de la destrucción del aparato productivo argentino con el fin de consolidar el poder de las oligarquías locales, con el sostén de las corporaciones financieras internacionales.
No lo vamos a extrañar!
No lo vamos a extrañar!
viernes, 15 de marzo de 2013
El chantaje de la minera Vale que apaña Sanz
En una entrada anterior hacíamos mención a la defensa que el mendocino Sanz realizaba respecto a las demandas desmedidas de la empresa brasileña Vale.
Hoy leemos:
De Vido cuestionó con dureza la decisión de Vale en un discurso que formuló en la Casa de Gobierno. Allí dijo que la empresa solicitó una serie de ventajas promocionales abusivas para continuar con la obra, como devolución anticipada del IVA, pago de impuestos con bonos a valor nominal, eliminación de algunas obras de infraestructura y la quita de los derechos de exportación.
El ministro consideró que esas prebendas equivalían a unos tres mil millones de dólares y que el Gobierno no estuvo dispuesto a concederlas. “¿Cómo podíamos darles tres mil millones de dólares extra sin ningún tipo de contraprestación? Eso es robar y nosotros no nos vamos a prestar jamás a expoliar de esa manera a los argentinos como se los expolió en la década del ’90, cuando con bonos basura compraron nuestras empresas públicas”, agregó.
Hoy leemos:
De Vido cuestionó con dureza la decisión de Vale en un discurso que formuló en la Casa de Gobierno. Allí dijo que la empresa solicitó una serie de ventajas promocionales abusivas para continuar con la obra, como devolución anticipada del IVA, pago de impuestos con bonos a valor nominal, eliminación de algunas obras de infraestructura y la quita de los derechos de exportación.
El ministro consideró que esas prebendas equivalían a unos tres mil millones de dólares y que el Gobierno no estuvo dispuesto a concederlas. “¿Cómo podíamos darles tres mil millones de dólares extra sin ningún tipo de contraprestación? Eso es robar y nosotros no nos vamos a prestar jamás a expoliar de esa manera a los argentinos como se los expolió en la década del ’90, cuando con bonos basura compraron nuestras empresas públicas”, agregó.
jueves, 14 de marzo de 2013
Juan Manuel de Rosas
Efemérides
14 Marzo (1877)
En Southampton
producción del interior del país, a la vez que gracias al puerto y las rentas aduaneras Buenos Aires continuó siendo la provincia más poderosa. Propició incansablemente la formación en un "Sistema Americano", una confederación de repúblicas que garantizara su autonomía ante las pretensiones coloniales europeas y del Imperio de Brasil, defendiendo la soberanía nacional ante la intervención armada de las dos principales potencias de la época. El 3 de febrero de 1851 fue finalmente derrotado por una conjura que unió los intereses del gobernador de Entre Ríos con las ansias revanchistas de los unitarios exiliados en Montevideo, el resentimiento del gobierno francés y la decisiva intervención logística, naval y militar del Imperio de Brasil.
Fuente: Télam
Muere Juan Manuel de Rosas
Militar y político nacido en Buenos Aires, gobernó su provincia, con intermitencias, durante veinticuatro años, constituyéndose, tanto por sus dotes personales como por la posición relativa de Buenos Aires, en el principal dirigente de la Confederación Argentina y encargado de las Relaciones Exteriores. Sancionó una importante Ley de Aduanas reclamada por las provincias que determinaba la prohibición de importar algunos productos y el establecimiento de aranceles para otros casos. En cambio, mantenía bajos los impuestos de importación a las máquinas y los minerales que no se producían en el país. Sin embargo, jamás cedió las entradas de la Aduana. Estas medidas impulsaron notablemente el mercado interno y laproducción del interior del país, a la vez que gracias al puerto y las rentas aduaneras Buenos Aires continuó siendo la provincia más poderosa. Propició incansablemente la formación en un "Sistema Americano", una confederación de repúblicas que garantizara su autonomía ante las pretensiones coloniales europeas y del Imperio de Brasil, defendiendo la soberanía nacional ante la intervención armada de las dos principales potencias de la época. El 3 de febrero de 1851 fue finalmente derrotado por una conjura que unió los intereses del gobernador de Entre Ríos con las ansias revanchistas de los unitarios exiliados en Montevideo, el resentimiento del gobierno francés y la decisiva intervención logística, naval y militar del Imperio de Brasil.
Fuente: Télam
Francisco I: Un ersatz
Reproducimos el artículo del periodista Horacio Verbitsky:
No estoy seguro de que Bergoglio haya sido elegido para tapar la podredumbre que redujo a la impotencia a Joseph Ratzinger. Las luchas internas de la curia romana siguen una lógica tan inescrutable que los hechos más oscuros pueden atribuirse al espíritu santo, ya sean los manejos financieros por los que el Banco del Vaticano fue excluido del clearing internacional porque no cumple con las reglas para controlar el lavado de dinero, o las prácticas pedófilas en casi todos los países del mundo, que Ratzinger encubrió desde el Santo Oficio y por las que pidió perdón como pontífice. Ni siquiera me extrañaría que, brocha en mano y con sus zapatos gastados, Bergoglio emprendiera una cruzada moralizadora para blanquear los sepulcros apostólicos.
Pero lo que tengo por seguro es que el nuevo obispo de Roma será un ersatz, esa palabra alemana a la que ninguna traducción hace honor, un sucedáneo de menor calidad, como el agua con harina que las madres indigentes usan para engañar el hambre de sus hijos. El teólogo brasileño de la liberación Leonardo Boff, excluido por Ratzinger de la enseñanza y del sacerdocio, tenía la ilusión de que fuera elegido el franciscano de ancestros irlandeses Sean O’Malley, que carga con la diócesis de Boston, quebrada por tantas indemnizaciones que pagó a niños vejados por sacerdotes. “Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un papa diferente, un papa de una nueva tradición”, escribió el ex sacerdote. En la Silla Apostólica no se sentará un verdadero franciscano sino un jesuita que se hará llamar Francisco, como el pobrecito de Asís. Una amiga argentina, me escribe azorada desde Berlín que para los alemanes, que desconocen su historia, el nuevo papa es tercermundista. Menuda confusión.
Su biografía es la de un populista conservador, como lo fueron Pío XII y Juan Pablo II: inflexibles en cuestiones doctrinarias pero con una apertura hacia el mundo, y sobre todo, hacia las masas desposeídas. Cuando rece su primera misa en una calle del trastevere o en la stazione termini de Roma y hable de las personas explotadas y prostituidas por los poderosos insensibles que cierran su corazón a Cristo; cuando los periodistas amigos cuenten que viajó en subte o colectivo; cuando los fieles escuchen sus homilías recitadas con los ademanes de un actor y en las que las parábolas bíblicas coexisten con el habla llana del pueblo, habrá quienes deliren por la anhelada renovación eclesiástica. En los tres lustros que lleva al frente de la Arquidiócesis porteña hizo eso y mucho más. Pero al mismo tiempo intentó unificar la oposición contra el primer gobierno que en muchos años adoptó una política favorable a esos sectores, y lo acusó de crispado y confrontativo porque para hacerlo debió lidiar con aquellos poderosos fustigados en el discurso.
Ahora podrá hacerlo en otra escala, lo cual no quiere decir que se olvide de la Argentina. Si Pacelli recibió el financiamiento de la Inteligencia estadounidense para apuntalar a la democracia cristiana e impedir la victoria comunista en las primeras elecciones de la posguerra y si Wojtyla fue el ariete que abrió el primer hueco en el muro europeo, el papa argentino podrá cumplir el mismo rol en escala latinoamericana. Su pasada militancia en Guardia de Hierro, el discurso populista que no ha olvidado, y con el que podría incluso adoptar causas históricas como la de las Malvinas, lo habilitan para disputar la orientación de ese proceso, para apostrofar a los explotadores y predicar mansedumbre a los explotados.
Entre los
centenares de llamados y mails recibidos, elijo uno. “No lo puedo creer.
Estoy tan angustiada y con tanta bronca que no sé qué hacer. Logró lo
que quería. Estoy viendo a Orlando en el comedor de casa, ya hace unos
años, diciendo ‘él quiere ser Papa’. Es la persona indicada para tapar
la podredumbre. Es el experto en tapar. Mi teléfono no para de sonar,
Fito me habló llorando.” Lo firma Graciela Yorio, la hermana del
sacerdote Orlando Yorio, quien denunció a Bergoglio como el responsable
de su secuestro y de las torturas que padeció durante cinco meses de
1976. El Fito que la llamó desconsolado es Adolfo Yorio, su hermano.
Ambos dedicaron muchos años de su vida a continuar las denuncias de
Orlando, un teólogo y sacerdote tercermundista que murió en 2000 soñando
la pesadilla que ayer se hizo realidad. Tres años antes, su íncubo
había sido designado arzobispo coadjutor de Buenos Aires, lo cual
preanunciaba el resto.
Orlando Yorio no llegó a conocer la declaración de Bergoglio ante el
Tribunal Oral Federal 5. Allí dijo que recién supo de la existencia de
chicos apropiados después de terminada la dictadura. Pero el Tribunal
Oral Federal 6, que juzgó el plan sistemático de apropiación de hijos de
detenidos-desaparecidos, recibió documentos que indican que ya en 1979
Bergoglio estaba bien al tanto e intervino al menos en un caso a
solicitud del superior general, Pedro Arrupe. Luego de escuchar el
relato de los familiares de Elena de la Cuadra, secuestrada en 1977,
cuando atravesaba el quinto mes de embarazo, Bergoglio les entregó una
carta para el obispo auxiliar de La Plata, Mario Picchi, pidiéndole que
intercediera ante el gobierno militar. Picchi averiguó que Elena había
dado a luz una nena, que fue regalada a otra familia. “La tiene un
matrimonio bien y no hay vuelta atrás”, informó a la familia. Al
declarar por escrito en la causa de la ESMA, por el secuestro de Yorio y
del también jesuita Francisco Jalics, Bergoglio dijo que en el archivo
episcopal no había documentos sobre los detenidos-desaparecidos. Pero
quien lo sucedió, su actual presidente, José Arancedo, envió a la jueza
Martina Forns copia del documento que publiqué aquí, sobre la reunión
del dictador Videla con los obispos Raúl Primatesta, Juan Aramburu y
Vicente Zazpe, en la que hablaron con extraordinaria franqueza sobre
decir o no decir que los detenidos-desaparecidos habían sido asesinados,
porque Videla quería proteger a quienes los mataron. En su clásico
libro Iglesia y dictadura, Emilio Mignone lo mencionó como paradigma de
“pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni
rescatarlas”. Bergoglio me contó que en una de sus primeras misas como
arzobispo divisó a Mignone e intentó acercársele para darle
explicaciones, pero que el presidente fundador del CELS alzó la mano
indicándole que no avanzara.No estoy seguro de que Bergoglio haya sido elegido para tapar la podredumbre que redujo a la impotencia a Joseph Ratzinger. Las luchas internas de la curia romana siguen una lógica tan inescrutable que los hechos más oscuros pueden atribuirse al espíritu santo, ya sean los manejos financieros por los que el Banco del Vaticano fue excluido del clearing internacional porque no cumple con las reglas para controlar el lavado de dinero, o las prácticas pedófilas en casi todos los países del mundo, que Ratzinger encubrió desde el Santo Oficio y por las que pidió perdón como pontífice. Ni siquiera me extrañaría que, brocha en mano y con sus zapatos gastados, Bergoglio emprendiera una cruzada moralizadora para blanquear los sepulcros apostólicos.
Pero lo que tengo por seguro es que el nuevo obispo de Roma será un ersatz, esa palabra alemana a la que ninguna traducción hace honor, un sucedáneo de menor calidad, como el agua con harina que las madres indigentes usan para engañar el hambre de sus hijos. El teólogo brasileño de la liberación Leonardo Boff, excluido por Ratzinger de la enseñanza y del sacerdocio, tenía la ilusión de que fuera elegido el franciscano de ancestros irlandeses Sean O’Malley, que carga con la diócesis de Boston, quebrada por tantas indemnizaciones que pagó a niños vejados por sacerdotes. “Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un papa diferente, un papa de una nueva tradición”, escribió el ex sacerdote. En la Silla Apostólica no se sentará un verdadero franciscano sino un jesuita que se hará llamar Francisco, como el pobrecito de Asís. Una amiga argentina, me escribe azorada desde Berlín que para los alemanes, que desconocen su historia, el nuevo papa es tercermundista. Menuda confusión.
Su biografía es la de un populista conservador, como lo fueron Pío XII y Juan Pablo II: inflexibles en cuestiones doctrinarias pero con una apertura hacia el mundo, y sobre todo, hacia las masas desposeídas. Cuando rece su primera misa en una calle del trastevere o en la stazione termini de Roma y hable de las personas explotadas y prostituidas por los poderosos insensibles que cierran su corazón a Cristo; cuando los periodistas amigos cuenten que viajó en subte o colectivo; cuando los fieles escuchen sus homilías recitadas con los ademanes de un actor y en las que las parábolas bíblicas coexisten con el habla llana del pueblo, habrá quienes deliren por la anhelada renovación eclesiástica. En los tres lustros que lleva al frente de la Arquidiócesis porteña hizo eso y mucho más. Pero al mismo tiempo intentó unificar la oposición contra el primer gobierno que en muchos años adoptó una política favorable a esos sectores, y lo acusó de crispado y confrontativo porque para hacerlo debió lidiar con aquellos poderosos fustigados en el discurso.
Ahora podrá hacerlo en otra escala, lo cual no quiere decir que se olvide de la Argentina. Si Pacelli recibió el financiamiento de la Inteligencia estadounidense para apuntalar a la democracia cristiana e impedir la victoria comunista en las primeras elecciones de la posguerra y si Wojtyla fue el ariete que abrió el primer hueco en el muro europeo, el papa argentino podrá cumplir el mismo rol en escala latinoamericana. Su pasada militancia en Guardia de Hierro, el discurso populista que no ha olvidado, y con el que podría incluso adoptar causas históricas como la de las Malvinas, lo habilitan para disputar la orientación de ese proceso, para apostrofar a los explotadores y predicar mansedumbre a los explotados.
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