Argentina fue presentada como una suerte de pozo ciego para los desechos de la Europa fascista, y el peronismo su más siniestro favorecedor. De allí el aislamiento en el que nos mantuvo el mundo libre.
Pero, oh sorpresa, nos venimos a enterar que oficiales de inteligencia crearon un refugio seguro en Estados Unidos para nazis prominentes y sus colaboradores tras la Segunda Guerra Mundial, según revela un informe difundido por The New York Times.
Hoy se publicita que funcionarios norteamericanos permitieron la entrada a su país y acogieron a antiguos agentes de Hitler, pese a conocer su pasado, para valerse de sus servicios. Ello quedó recogido en un texto de 600 páginas que el departamento de Justicia mantuvo en secreto. Según el periódico, aunque se conocía cierta colaboración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la protección a oficiales nazis, el informe presenta un nivel de complicidad mucho mayor al pensado. El documento recoge la ayuda ofrecida a Otto Von Bolschwing, ayudante de Adolf Eichmann, e implicado como éste último en los planes para purgar a Alemania de los judíos. Bolschwing trabajó para la CIA en Estados Unidos.
Avísenle al amigo Uki Goñi.
Hoy se publicita que funcionarios norteamericanos permitieron la entrada a su país y acogieron a antiguos agentes de Hitler, pese a conocer su pasado, para valerse de sus servicios. Ello quedó recogido en un texto de 600 páginas que el departamento de Justicia mantuvo en secreto. Según el periódico, aunque se conocía cierta colaboración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la protección a oficiales nazis, el informe presenta un nivel de complicidad mucho mayor al pensado. El documento recoge la ayuda ofrecida a Otto Von Bolschwing, ayudante de Adolf Eichmann, e implicado como éste último en los planes para purgar a Alemania de los judíos. Bolschwing trabajó para la CIA en Estados Unidos.
Avísenle al amigo Uki Goñi.
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