Leemos en Clarín que “El Fondo Agropecuario para financiar la Mesa de Enlace recaudó muy poco”. Tan poco que de los 20 millones que pensaron recaudar cuando fue anunciado en el 2009 en la Sociedad Rural de Palermo llevan juntados tan sólo unos 3 millones. Toda una radiografía de este sector social.
Como dice el diario que fogoneó la patriada de la patronal agropecuaria, y las movidas urbanas de la clase media solidaria con los empobrecidos campesinos, “el Fondo debería nutrirse de los aportes voluntarios de los productores (del 2 por mil en cada venta de granos). El dinero iba a ser recaudado por el receptor de la mercadería. Por eso, el bloque formado por CRA, la Sociedad Rural, la Federación Agraria y Coninagro cerró filas con la Federación de Acopiadores, cuyos socios manejan 50% de las compras. Pero algo falló, porque una inmensa mayoría de los acopios ni siquiera invitó a los chacareros a realizar la contribución con la causa rural, unos exiguos 50 pesos por camión”.
Otra curiosidad. Dice Clarín, “durante el duro conflicto de 2008 entre el Gobierno y el campo por las retenciones, la Mesa de Enlace aprendió de urgencia lo necesario que era contar con plata para financiar su actividad”. Qué forma tan distinta de pensar las necesidades financieras de la acción política respecto a cuando hablaban de la caja o los manotazos del oficialismo.
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