martes, 14 de diciembre de 2010

Buenos ciudadanos

Leemos


“Luis” hizo una primera aproximación al club Albariño, dio unas vueltas, hizo el ademán con la mano como si fuera un revólver y luego se retiró a varias cuadras del lugar. Minutos después, para sorpresa de todos, aparecieron los cuarenta jinetes del apocalipsis y tiraron todas las piedras contra los que ocupan el club. Cuando terminó la demostración de tiro al blanco, el de la remera verde reapareció y fue entonces cuando llegó el coche de “Manzana” Santoro, hoy presidente del club barrial Nueva Estrella, donde se practica el Fut-Sal (Fútbol de Salón).
Allí fue cuando se produjo el diálogo entre el conductor y “Daniel”. Este diario constató que el auto pertenece a Santoro y que tiene impagas las patentes. Una curiosidad, porque los violentos habían coincidido con los vecinos del barrio –que dijeron cosas feas contra bolivianos y paraguayos pero nunca tiraron piedras– en que es necesario repudiar a los que “no pagan los impuestos y quieren casas gratis”.

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