El economista de cabecera de la nueva estrella política de la restauración conservadora -de Martín Redrado hablamos, el mismo que se atrincheró un caluroso enero en el Banco Central en contra del pago de la deuda con reservas propias-, manifestó su posición respecto a la suba del mínimo no imponible del impuesto a los ingresos al afirmar, sin sonrojarse, que generará presión inflacionaria por aumentar la capacidad de compra de los asalariados.
Precisás más explicaciones respecto a que lo nuevo huele a viejo?
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