- Fue encontrarse con un entierro militante. Mientras que el entierro de Ricardo Alfonsín fue el entierro de un pedazo de historia argentina, éste fue un entierro que se hizo mirando al futuro. Fue una multitud ocupada en hablar del futuro (...). Acabamos de asistir a un entierro político, no solamente de homenaje, como sucedió con el de Alfonsín, que era claramente un hombre del pasado. En estos días, la gente salió a decir que el ciclo no está terminado. Y eso para la derecha es insoportable. (Luis Alberto Quevedo, sociólogo)
- Noté miedo. Me decían que si se va la presi se acabaría todo. Va a haber que apoyarla porque desde que tengo noción nadie hizo las cosas que hizo este Gobierno por barrios como el nuestro. (Habitante del barrio Carlos Gardel -Tres de Febrero)
- De aquí la propuesta. A no entusiasmarse demasiado con los números. Con las encuestas. Las encuestas no salen a la calle. Los que salieron a la calle a despedir a Kirchner deberán saber que ese compromiso, que esa muestra de amor, deberá prolongarse en política, en militancia. En dolor ante la muerte, si se agota en sí mismo, permanece en el lugar de donde surgió: en la muerte. Hay que transformar ese dolor en militancia. Si Kirchner se definió a sí mismo como un heredero (no violento, como tantos y tantos y tantos) de la militancia juvenil de los setenta, hay que dar forma (con las decenas de miles de jóvenes que seguirán a Cristina a lo largo y lo ancho del país) a una nueva juventud. Que será peronista, o kirchnerista o cristinista. (...) Que la militancia territorial haya ganado otra vez el protagonismo significa que lo más genuino del peronismo (del peronismo del ’45 y el de los ’70) ha regresado. La política territorial exige del militante más que la política mediática. La mediática no le pide nada. Porque los militantes no van a los medios. Van los jetones. Los dirigentes. Y los intelectuales de nombre, los “referentes”. La única posibilidad que tiene el militante es esta hermosa posibilidad que está de nuevo entre nosotros y a la que le damos una bienvenida esperanzada: la territorial. (...) Pero hay una consigna de John William Cooke que hay que recordar ahora más que nunca: la transformación del número en fuerza. (José Pablo Feinmann)
- La televisión dura dos minutos, la foto del diario de hoy ya es vieja. Lo importante es entrar en la historia. Vos elegís donde querés estar. (CFK)
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