Hoy se supo que la causa se archivó al quedar confirmado que la cacareada "interferencia K" fue producto de una falla en un transformador que, desde Monterrey (México), se utiliza para levantar las señales al satélite.
Se acuerdan que el radical Morales llamó a conformar, por entonces, una "mesa de enlace de los medios"?
Clarín decía que la interferencia “transcurre en el contexto de una nueva ofensiva del Gobierno contra los medios, y en el marco de la polémica por el proyecto de ley kirchnerista de Servicios de Comunicación Audivisual”. Incluso hubo un repudio de la corporativa Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Y la verdad es que la culpa la tuvo el pulpo mexicano Televisa.
Una vez más quedó confirmado que Clarín y sus empleados políticos MIENTEN.
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