Una vez esclarecido el hecho, la empresa Artear SA no habla más de las interferencias a su señal satelital y pasó a interferir la emisión del partido de la selección argentina de fútbol con imágenes de su preferido para las próximas elecciones.
A lo largo de la transmisión de Argentina-Venezuela el empresario, devenido político, Francisco De Narváez apareció en más de una ocasión en la pantalla de Canal 13 sin que se aclarase si se trataba de un espacio publicitario o de una gauchada de amigos.
En esta ocasión no se escuchó opinar a la SIP. Tampoco se escuchó al arco político "Me Opongo a Todo" cuando se aclaró que las tan cacareadas interferencias tuvieron origen en la península de Yucatán, México, y no fueron realizadas desde la Casa Rosada con sede en Buenos Aires, como hicieron sospechar políticos y empleados de la empresa. La aclaración de los hechos casi no ocupó espacio en las señales del grupo multimedios.
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