Reproducimos aquí el artículo de Horacio Verbitsky publicado en Página 12 de hoy
Las pintadas en un barrio residencial de Resistencia frente a la casa del segundo exposo y ex socio de Elisa Carrió, Miguel Angel Benítez, volvieron a reunir a dos exponentes de la diáspora radical, separados por la expansión sojera y la fractura que provocó en la sociedad chaqueña. En este proceso nada tienen que ver el gobierno nacional ni el hijo adolescente de la ex diputada, pero bastante las peripecias vitales de ella y del autor de las agresivas expresiones gráficas, Emerenciano Sena. Las vidas paralelas de ambos chaqueños ayudan a entender lo que está ocurriendo en el país, mientras el primer gobierno que se ha abstenido de recurrir a la represión ante una protesta social organizada y con apoyos poderosos es denunciado de intolerante y agresivo, por las mismas fuerzas políticas y medios de comunicación que reclaman mano dura contra otras manifestaciones, políticas o delictivas, de la crisis de un modelo económico-social. Esta nota es la primera en la prensa nacional dedicada a examinar la afirmación de la Coalición Cívica Libertadora de que las pintadas en la casa del abogado Benítez fueron realizadas por “militantes kirchneristas”, como parte del “clima de intimidación y amenazas instalado por el gobierno”, y muestran “qué tipo de moral tiene el ex presidente, que lleva adelante este tipo de actos”.
Un siglo de historia
El territorio nacional del Chaco fue escenario de la última campaña expedicionaria del Ejército, que recién concluyó en 1917. Su propósito fue correr de sus tierras a los pueblos originarios y colonizarlas con inmigrantes europeos. Cuando Elisa Carrió surgió a la fama nacional en la Convención Constituyente de 1994, el Estado provincial poseía 3.500.000 hectáreas de tierras. En diciembre de 2007, cuando dijo que el 45 por ciento de los votos obtenidos por CFK le otorgaba una “legitimidad segmentada”, se habían reducido a 650.000 hectáreas. Provincializada en 1951 con el nombre de Presidente Perón, su Constitución prohibió la transferencia de tierras fiscales a empresas porque se proponía reservarlas para unidades productivas, de hasta 2.500 hectáreas, operadas por pequeños y medianos productores, sus hijos, comunidades aborígenes y cooperativas. Sin embargo, grandes compañías han formado latifundios de hasta 120.000 hectáreas. Alejandra Dandán describió en Página/12 ese proceso que cubrió de poblados fantasma el campo chaqueño. De las 2.850.000 hectáreas perdidas en esos años, no menos de la mitad se vendió en forma irregular y unas 800.000 fueron arrasadas por el desmonte, según auditó en 2002 el Tribunal de Cuentas de Chaco. El negocio es doble: la liquidación del bosque nativo de quebracho y algarrobo y la siembra de soja en el terreno resultante. Compraban de a 2.500 hectáreas, luego “cercaban los terrenos con un único alambrado perimetral y dejaban adentro escuelas públicas, puestos sanitarios, caminos vecinales, comunidades de aborígenes, de criollos o de pequeños campesinos a quienes los corrían hasta con armas de fuego”, le dijo un abogado que asistió a las víctimas de esa expansión delictiva. Apenas se auditó una muestra de 215 expedientes escogidos al azar. En un caso se sumaron 26 parcelas contiguas. Según los datos más recientes publicados por el diario chaqueño Norte, el cultivo de algodón, que crea empleo y arraigo, se redujo a 180.000 hectáreas mientras el de soja, que expulsa población, se extendió a 800.000 hectáreas. El valor de la hectárea pasó de 50 a 8.000 pesos entre 2001 y 2008. El algodón se cultivaba en parcelas de 40 a 100 hectáreas, minifundios en los que vivían familias de diez miembros, que para la cosecha contrataban ocho o nueve peones rurales que venían con sus mujeres e hijos. El latifundio sojero, en cambio, emplea muy poca mano de obra. Contrata la siembra y la cosecha con empresas de servicios de sofisticada mecanización, que las realizan en pocos días. Un cálculo que la Asociación Argentina de Siembra Directa (AAPRESID) considera exagerado, estima que con un trabajador se hacen producir 500 hectáreas. Uno de estos nuevos latifundistas de la soja es el protegido/protector de Eduardo Duhalde, Victorio Américo Gualtieri. Los desplazados que no se dirigieron a las periferias de Buenos Aires o Rosario formaron un cordón de casi 200 asentamientos y 25 kilómetros de largo en Resistencia. Allí viven como en la Edad Media casi un tercio de los 360 mil habitantes del Gran Chaco y hunde sus raíces el movimiento social de Emerenciano Sena.
Dos heredo-radicales
Además de estas cuestiones estructurales que no se advierten mirando “un poquito la televisión”, como dijo el vocero de la Iglesia católica, Jorge Oesterheld, para explicar la preocupación de los obispos por la paz social, entre Carrió y Sena hay viejas historias personales. Ambos fueron afiliados a la UCR por razones familiares. Lilita por su padre, el ganadero Rolando Carrió, dirigente de la UCR y amigo personal de Raúl Alfonsín, quien al enfermar, en 1994, le pidió que lo reemplazara en el partido. Emerenciano Sena por la madre, a quien en febrero de 1984, cuando cumplía con el servicio militar obligatorio, fue a pedirle cincuenta centavos para cigarrillos al comité radical en el que trabajaba y donde lo afiliaron. Ahora el piquetero de la gorra colorada acusa a la ex legisladora de las cadenas doradas de haber representado a la patronal en un juicio por su despido y el de otros 252 obreros de una empresa contratista luego de la privatización de la empresa telefónica estatal. Telecom obtuvo la zona norte del país y encargó a Techint los trabajos de plantel exterior de red, cableado subterráneo y aéreo, de abonado y empalme. “Hacíamos trabajo de telefonía pero nos pagaban como albañiles, según el convenio de la UOCRA”, dice Sena. En 1992, Techint sólo dejó en Resistencia unos pocos técnicos y se instaló en Misiones. De acuerdo con la ley de convenio colectivo de trabajo, que establece la solidaridad laboral entre la empresa que subcontrata una obra y el contratista que la realiza, reclamaron la indemnización a Techint y a Telecom. El estudio jurídico que Carrió compartía con Benítez, atendía los intereses de Telecom. “Nos despidieron sin preaviso ni indemnización y en el juicio no conseguimos nada. Ella nos acostó a todos los trabajadores que no se animaban ni a sostenerle la vista”, dice Sena. La relación de Telecom con el radicalismo era nacional. En Buenos Aires, sus juicios laborales eran atendidos por el estudio de Ricardo Gil Lavedra, flamante incorporación al panradicalismo que orientan Carrió y el vicepresidente Julio Cobos. Fuentes políticas de Resistencia que tuvieron vínculos estrechos con Carrió dijeron que en 1998 se extrañó su voz en las denuncias sobre el rebalanceo telefónico que interesaba a Telecom. Para completar los datos de contexto, el primer exposo de Carrió, Enrique Santos, preside la Sociedad Rural local.
De octubre a julio
Fue después de perder ese empleo en Techint que Sena formó su Movimiento de Trabajadores Desocupados y radicalizó sus posiciones. El nombre del MTD no es 17 de octubre, como informó Clarín, sino 17 de julio. En ese día del año 2000 los desocupados que acampaban frente a la gobernación fueron desalojados a la fuerza por la policía del gobernador radical Angel Rozas, en cuya campaña había intervenido Carrió. Ese año la legisladora se separó de Benítez y se radicó en Buenos Aires. Denunciado por “instigación al delito”, Sena llegó al juzgado federal a caballo y seguido por un millar de manifestantes. En octubre de 2003, Sena y Carrió se enfrentaron en las urnas. Sena encabezó la lista de candidatos a diputados nacionales del Partido Obrero y obtuvo el 0,72 por ciento de los votos (3.213, en un padrón de 496.842), tres veces y media menos que el ARI de Carrió (11.217 votos, 2,51 por ciento). Durante la campaña electoral de ese año, Sena bloqueó todos los accesos al aeropuerto para que Carlos Menem no pudiera desfilar en caravana por Resistencia. Cuatro años después lo padeció Néstor Kirchner: en mayo de 2007 tuvo que llegar en helicóptero para reinaugurar el monumento a Margarita Belén destruido en un atentado porque Sena había cortado la ruta, junto con el Polo Obrero y Quebracho. “No puede venir a hablarnos de derechos humanos. Con el hambre y la desnutrición de nuestros hijos no pueden decirnos que se respetan los derechos humanos”, dijo.
Relaciones inestables
Las relaciones de Sena con los distintos gobiernos son inestables. Su movimiento reivindicativo no reconoce encuadramientos políticos y su conflictiva relación con los sucesivos titulares del Poder Ejecutivo incluye momentos de pelea abierta y otros de negociación de recursos para la supervivencia de sus integrantes o la constitución de microemprendimientos, como la cría de cerdos. Para obtenerlos recurre a hechos espectaculares de acción directa, como la ocupación del casino Gala, en agosto del 2004, junto con Raúl Castells, y el intento de cruzar a Corrientes para exigirle a Kirchner, que encabezaba un acto allí, la liberación de Castells. En octubre de 2007, cuando Sena volvió a cortar el puente para exigir una audiencia con la ministra Alicia Kirchner, una ambulancia que llevaba sangre para un enfermo de leucemia no pudo cruzar. Sena dijo que el paciente murió antes del incidente y que la ambulancia hubiera pasado, de haber seguido por la mano y a la velocidad establecida por el piquete, en vez de embestir al cordón humano. El vicario de la Catedral, presbítero Jorge Lestani, expresó la indignación de la buena sociedad chaqueña contra el “enorme monstruo” que “hemos engendrado luego de la crisis de 2001” y exigió “una postura firme e inflexible”. En febrero de 2008, cuando la policía intimó a un grupo de familias sin techo que ocuparon un terreno en las afueras de Resistencia, el caudillo imprecó: “Que se vaya a cagar la ley y que se vaya a la reputa la Constitución si no se contemplan los derechos de la gente”. En abril, la policía detuvo a 117 piqueteros en el puente y los alojó en una dependencia policial de Margarita Belén, lo que fue denunciado como un mensaje del gobernador justicialista Jorge Milton Capitanich. En diciembre de 2008 el MTD 17 de Julio ocupó 30 hectáreas que pertenecieron al Ejército, en las que se levantarían 500 viviendas, como parte del proyecto “Sueños compartidos”, que realiza la empresa constructora creada por Hebe de Bonafini y Sergio Shocklender. El 4 de marzo de este año, las obras ya habían comenzado, con medio centenar de trabajadores y trabajadoras, todos miembros del MTD 17 de Julio, pero Sena volvió a movilizarse para reclamar que el gobierno regularizara la propiedad de las tierras. El martes 24 de marzo, Sena asistió al acto por el aniversario del golpe de 1976 que organizó la comisión provincial por la memoria, y subió al mismo palco que el ministro de gobierno Domingo Peppo, quien poco antes había acusado al ex gobernador Rozas de contratar a Sena para desestabilizar a Capitanich. Esa afirmación fue descalificada por el propio vicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff y por el dirigente radical Carlos Carossini. En la inauguración de las obras del plan de viviendas, el rostro de Sena con su característica gorra calzada con la visera para atrás apareció en segunda fila, cerca de Capitanich y Bonafini.
Boquitas
Esta semana, el periodista Ernesto Tenembaum abrió un diálogo virulento con Sena afirmando que su interlocutor estaba “financiado por el peronismo, en un plan de viviendas del gobierno”. En realidad el plan, en el que Sena trabaja como un albañil más, es ejecutado y administrado por una empresa constructora creada por una asociación civil. ¿Aplicaría ese mismo criterio a los miles de obreros que trabajaban para empresas que construyen obras públicas en todo el país? Cuando Sena le reprochó que como periodista no tuviera la inteligencia de informarse antes de “tomar posición para un lado”, Tenembaum le asestó una clase de instrucción cívica: el haber pintado esas consignas contra Carrió en la casa de Benítez era “ridículo, chicanero, vulgar y patotero”. Sena aceptó el debate en el mismo tono y respondió que le daría igual trato que a Carrió cuando Tenembaum fuera a Resistencia. También lo acusó de defender la dictadura, lo cual revela un escaso conocimiento sobre el periodista, que era un adolescente en aquellos años, también militó luego de la dictadura en el alfonsinismo radical y es coautor de un buen libro con la Abuela de Plaza de Mayo Matilde Herrera. Tenembaum siguió la gresca proponiéndole “arreglarlo cara a cara”. Sena replicó “le voy a romper la cara cuando venga acá, pelotudo” y Tenembaum se reservó la última palabra de este edificante diálogo republicano: llamó “facineroso” al presunto piquetero kirchnerista que amenaza la convivencia de la república platónica, donde no hay estudios de dirigentes políticos que defienden a las empresas que despiden personal sin indemnización y no crecen la soja, la desocupación, ni los cordones de miseria.
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