¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
lunes, 17 de octubre de 2011
17 de Octubre de 1951
Pucha, mientras escuchaba este discurso se me piantaban unos emotivos lagrimones...
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