Volvió la dagor y se lanzó a alertar sobre el peligro del proyecto eternizador de Cristina Presidenta.
Preocupada la discípula de Hannah Arendt por el destino de la verdad, nos acordamos de Nietzsche. Y de Nietzsche nos acordamos de las clases de nuestro filósofo kirchnerista José Pablo y aquí lo tenemos:
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