jueves, 15 de julio de 2010

SEBASTIAN BORRO


El 16 de Julio del año 2005, desaparecía fisicamente, uno de los dirigentes de la Resistencia con mayor protagonismo en la conducción de la lucha del pueblo, para volver a enarbolar las banderas de Perón y Evita. Purgó con persecución, cárceles, exilio, simplemente el hecho de querer que sus compañeros trabajadores, tuvieran una vida digna al servicio de la Patria y defendió a ultranza, con sus convicciones a su querido Frigorífico Lisandro de la Torre, luchando contra la entrega a capitales extranjeros de ese patrimonio nacional. Fue un referente no sólo de sus pares, sino también de las generaciones posteriores, que veían en el como en otros dirigentes honestos y militantes, el verdadero sentido del gremialismo y la política al servicio de los intereses comunes y no al de uno propio. Fue electo diputado por la Capital Federal en 1962, en elecciones luego anuladas por Arturo Frondizi. Paseo su figura por las cárceles de Río Gallegos, ya en el año 1956, la de Caseros, Las Heras, Villa Devoto, Rawson, Rosario, entre otras. Tuvo el enorme privilegio de reunirse en La Habana, junto con otro ejemplo de militancia como fue Jorge Di Pascuale, con el Che Guevara, en misión encargada por el Gral Perón al poco tiempo de la Revolución Cubana. Fue miembro del Comando Táctico Peronista y ferviente luchador en contra del Vandorismo. Integró la CGT de los Argentinos y por los años 70, fue orientador de esa Juventud Maravillosa, que compartía, con el, los mismos ideales de lucha. Elegido por el pueblo se convirtió en Concejal entre 1985-1989. Enfrentó públicamente la política entreguista de Carlos Menem. Sus últimos años transitaron ya no en los pasillos de las cárceles, sino tratando de recuperar con sus hijos, nietos, bisnietos y demás familiares, el tiempo que muchas veces no había podido compartir, por su enorme compromiso con la lucha Nacional y Popular. Sebastián Borro seguirá estando con todos aquellos que prioricen el interés común por sobre el interés personal. Honor a estos hombres, que solamente hacen lo normal en sus vidas, no lo extraordinario. Lo normal debe ser imitarlos.


ESPACIO CULTURAL SEBASTIAN BORRO

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