Mañana se cumplen 65 años del primer triunfo electoral del peronismo, cuando la fórmula encabezada por Juan Domingo Perón y Hortensio Quijano se impuso en las presidenciales con el 53 por ciento de los votos, éxito que fue consecuencia de la victoria política del 17 de octubre de 1945, donde una multitud obrera arrancó de la cárcel al que cinco meses más tarde elegiría como presidente.
El binomio que encabezó la fórmula del Partido Laborista le ganó al de la Unión Democrática (UD) por siete puntos porcentuales, diferencia que cristalizó la división de una sociedad que se evidenció nueve años más tarde en el momento del golpe de Estado que derrocó al general Perón, en 1955.
La novedad política del triunfo del naciente peronismo fue el respaldo masivo de los trabajadores, que se habían movilizado hasta convertir a Perón en su lider, y que ahora reafirmaban su fidelidad con el hombre que había cincelado su perfil social desde la Secretaría de Previsión, al reconocer derechos que los obreros reclamaban desde principios del siglo XX.
En las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946 se presentaron dos fórmulas, con la particularidad que la Unión Democrática nucleaba a los sectores conservadores, a las capas medias y a los partidos socialista y comunista. La Unión Democrática (UD) llevó como consigna una frase aprobada por la Unión Cívica Radical (UCR), que fue "Por la libertad contra el fascismo", mientras que el laborismo levantó la de "Braden o Perón". La alusión directa era para Spruille Braden, embajador de Estados Unidos en nuestro país, empresario y lobista, para más datos.
Los ideólogos de la UD creían ver en Perón concepciones de tipo fascista, además de pensar que la lucha contra el nazismo seguía siendo la tarea principal a nivel internacional, a pocos meses de la finalización de la II Guerra Mundial.
La mayoría del pueblo argentino creyó lo contrario, y vio en Perón al dirigente que había comenzado a reivindicar la justicia social y la sobernía política. La consigna "Braden o Perón" tuvo que ver con las opiniones de aquel efímero embajador norteamericano en el país, quien recomendó a la Casa Blanca oponerse al ascenso del influyente militar argentino.
Los acontecimientos del 17 de octubre, que rescataron a Perón de su prisión en la isla Martín García, pesaron para que el gobierno de facto decidiera adelantar las elecciones presidenciales, que, en principio, habían sido convocadas para abril del `46. Perón invitó a un afiliado radical, Quijano, a que integrara
la fórmula, dirigente que acompañó con lealtad aquella gestión presidencial.
El resultado electoral del primer triunfo del peronismo se plasmó en 1.527.231 votos para el laborismo, esto es, el 53.1 por ciento, en tanto, que la UD obtuvo 1.327.961 votos, el 46.1 por ciento: los laboristas lograron 299 electores, mientras que la UD 67.
Cuatro meses más tarde, el 4 de junio de 1946, Perón asumió la Presiencia de la Nación, que renovó con holgura en las presidenciales de noviembre del `51, y que se recuerda como los comicios en los que las mujeres votaron por primera vez en la historia para cargos nacionales. La ley del voto femenino fue la obra póstuma de Eva Perón, quien entonces votó enferma en el hospital público Finochietto, de Avellaneda.
Fuente: Télam
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