Según indicó ayer el diario Il Fatto Quotidiano, de oposición, la acusación que impulsa Capaldo es por el supuesto delito de estafa por falsificación de acta pública y violación de la ley electoral.
La sospecha es que Caselli, con la complicidad del Consulado de Italia en Buenos Aires, habría logrado llenar con su nombre unas 20.000 boletas que, sin embargo, jamás llegaron a manos de votantes italianos residentes en el exterior debido a direcciones equivocadas.
Caselli, quien fuera candidato a Senador, según dijo por entonces, invitado por el propio Berlusconi (hoy procesado por corrupción de menores), fue un lobbysta vaticano que supo ocupar el cargo de Secretario de Culto durante el período en que el tránsfuga Carlos Ruckauf fue ministro de Relaciones Exteriores de Duhalde, y entre 1997 y 1999 embajador argentino ante el Vaticano, previo paso por la subsecretaría de Acción de Gobierno.
"Al cabo de los 14 años que he permanecido en la función pública he sido siempre fiel a mis principios, trabajando con el mayor empeño por el bien del país y por la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana ", sicum dixit...
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