lunes, 4 de noviembre de 2013

El Napia y los golpes de mercado

Guillermo Moreno en una entrevista publicada ayer en Tiempo Argentino:

–¿Cómo se organiza un golpe de mercado?
 
–Es muy sencillo, lo mismo quisieron hacer varias veces en nuestro gobierno. La idea es que el precio de los precios (el del dólar) no tenga precio. Si el dólar no tiene precio inmediatamente se paralizan todas las transacciones al interior de la economía. Cuando ocurre esto, al otro día no tiene leche porque usted es un periodista que cree que satisface sus necesidades a través de su trabajo, porque recibe un ingreso monetario, siempre que ese ingreso tenga en qué gastarlo y pueda comprar la leche, la nafta y pagar el agua. Esto es lo que diferencia a una economía urbana de una economía de subsistencia. En la urbana resuelve sus necesidades, no a través de su trabajo, sino que su trabajo es una herramienta para que tenga un ingreso para resolver sus necesidades. Si el mercado no le brinda nafta, agua, leche, carne, ¿cuánto tiempo tarda en transformarte en una bestia? 
 
–¿Este fue el disparador de la crisis de Alfonsín?
 
–Y esto es lo que genera la hiperinflación. Cuando el precio de los precios (el dólar) se dispara, el que tiene sus reservas de valor en mercadería no la vende y desabastece el mercado. Así transforma al hombre en lobo del hombre. Esto es lo que vivimos. Pobres contra pobres peleándose por la comida. O también puede poner la mercadería a un precio que es imposible de adquirir por el trabajador y así dolariza el precio de los productos.
 
–¿Pero qué ocurrió con ese aparente intento de golpe de mercado que sufrió Cristina Fernández después de ganar en 2011?
 
–Siempre es igual. Cuatro banqueros que se ponen de acuerdo. Empiezan a disparar el dólar y pasa lo que te digo. Si sólo fuera el dólar no se consolida el golpe de mercado. El problema se da cuando el precio de los precios se traslada al resto de los precios. Eso es lo que este gobierno evitó.
 
 –¿Cómo lo neutralizaron?
 
 –Ya teníamos una clara idea de cómo funcionaban los formadores de  precios e impedimos que dolarizaran su cartera. Sufrimos varias corridas, pero salimos fortalecidos porque evitamos el traslado a precios.
 
–¿Pero cómo se hizo para impedirlo?
 
–A través del teléfono. Cuidado con lo que hacés. Que sientan que los estás mirando. En la práctica es estar atento. Entrar a las 7 de la mañana y estar hasta que las velas no ardan. Le voy a dar un ejemplo. Nuestra presidenta, después de que se le va el compañero de su vida (Néstor Kirchner), hace un viaje al G-20, que era en Corea (11-12 de noviembre de 2010). Durante ese viaje empieza a faltar azúcar. Entonces, me dice: está faltando azúcar. Le respondo que les había dicho a los fabricantes que si el lunes no estaba resuelto se iba a aplicar la Ley de Abastecimiento. Y la presidenta me dijo: "Y por qué le dio dos días." Eso demuestra la voluntad política y la condición de la presidenta en todos sus aspectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario