Tras hacer carrera en el Frepaso de la mano de Darío Alessandro, la infatigable Graciela Ocaña se arrimó al calor que en plena debacle nacional irradiaba una por entonces desalineada Elisa Carrió. Ello hasta que el sol salió por el kirchnerismo y desembarcó en el Pami. Con el curriculum de gran ordenadora, en el 2007 se le ofreció el Ministerio de Salud pero no le dio. Hizo agua por todos lados y sabemos que con el agua llega el dengue, y se fue resentida a contarle a La Nación lo malo que eran los kirchneristas y sus aliados.
Quizo ser la vice de Pino Solanas en la ciudad de Bs As, pero se acordó que tiene residencia en Haedo. Entonces cruzó la General Paz y lo último que se sabe es que está en conversaciones con el "Colorado" De Narváez, dicen que formarán el duo Alika-Alikate...
La ética militante en persona.
Asqueante.
ResponderEliminar