martes, 5 de noviembre de 2013

Dilemas de crecimiento



Ya que en la entrada anterior hablábamos de las propuestas truchas de la oposición para solucionar (sic) los problemas a los que se enfrenta un país en crecimiento como es el caso de la Argentina, queremos destacar un artículo de Javier Lewkowicz que publicara el pasado domingo en el suplemento económico Cash de Página/12.

Allí Lewkowicz destaca que “entre enero y agosto de este año sólo 7 de los 31 sectores de la producción de bienes y servicios mostraron superávit comercial. Del privilegiado grupo que pudo generar divisas, el 90 por ciento de los dólares ingresaron por la venta de alimentos, bebidas y productos primarios del agro. Del otro lado, la manufactura, que genera más empleo y utiliza de forma más intensiva la tecnología, acumuló un déficit superior a los 20 mil millones de dólares, excluyendo a la energía”.


El tema en cuestión es resolver el eterno dilema del desarrollo argentino, la famosa restricción externa, de la que algo habláramos en este blog.

Los que pretenden un país agrario se regodean con estos datos (ver cuadro al final), pero nunca explican a la sociedad cómo se hace para compatibilizar ese deseo con los sueños de país desarrollado, integrado social y geográficamente y con pleno empleo.

El déficit creciente en sectores industriales en los que Argentina apuesta al desarrollo (automotores, máquina-herramientas, químicos, electrónica) pareciera darles la razón a aquellos sectores que como Macri afirman que la industria de alta tecnología hay que dejarla a países como Alemania y nosotros dedicarnos a lo que tenemos como ventaja comparativa. O sea vacas y granos. A lo sumo, fábrica de alfajores y galletitas. Ya que ni de la fabricación de reactores se acuerda.

La reciente inauguración de la planta de nanotecnología en Chascomús nos marca otro camino posible.

Lewkowicz cierra su nota abriendo el dilema argentino:

“La reversión del resultado comercial en los rubros deficitarios es una tarea compleja y prioritaria para la política industrial. No consiste sólo en la sustitución de importaciones, estrategia preferida en las décadas de los ’50 y ’60, porque la globalización de las cadenas de producción por parte de las empresas impide llegar a productos “100 por ciento” nacional. La mejora en el resultado entonces también estará ligada a una mejor inserción exportadora en segmentos industriales donde el país esté bien posicionado, ya sea por contar con un mercado interno fuerte, empresas públicas que actúen de estímulo y del sector privado que acumulen experiencia y mano de obra calificada. Nada de “esto se resuelve fácil”, como muchos políticos y economistas plantean en la televisión”.

Por ello, sería bueno que la sociedad argentina presione a sus dirigentes políticos para conocer los proyectos sobre cómo se supera este desafío de crecimiento, en particular a la oposición que parece hablar más de magia que de políticas. 

Conocer cuál es el camino que proponen es fundamental. El endeudamiento, la devaluación, la primarización económica, la dependencia energética. Y que aclaren también cómo enfrentarán sus consecuencias sociales, ya que ideas como bajar impuestos y mejorar la salud pública y la seguridad, u oponerse a la explotación de energías no convencionales y a su vez abogar por la soberanía energética, es más oficio de chamanes que de líderes políticos. Un pisquiatra a la derecha, por favor...
 




Saldo comercial

–Diferencia entre exportaciones e importaciones, en dólares, de enero a agosto de 2013–
Sectores superavitarios
Alimentos y bebidas 17.449.178.436
Agricultura, ganadería y caza 13.347.837.377
Metales comunes 1.335.059.986
Organizaciones y órganos extraterritoriales 1.246.062.904
Minerales metalíferos 391.724.694
Marroquinería 270.700.761
Producción de madera 11.600.586
Total 34.052.164.744
Sectores deficitarios
Tabaco 13.613.234
Pesca 14.905.640
Otras minas y canteras 32.601.272
Silvicultura y extracción de madera 43.304.126
Edición e impresión 60.067.284
Prendas de vestir y teñido de pieles 121.191.857
Carbón, lignito y extracción de turba 148.674.544
Electricidad, gas, vapor y agua caliente 226.781.056
Minerales no metálicos 238.048.368
Papel y de productos de papel 425.800.411
Productos textiles 456.042.516
Muebles; industrias manufactureras 520.013.414
Otros tipos de equipo de transporte 666.266.174
Productos de metal, excepto maquinaria y equipo 703.296.013
Productos de caucho y plástico 929.767.840
Instrumentos médicos, ópticos y relojes 1.066.276.304
Maquinaria de oficina, contabilidad e informática 1.444.275.636
Equipos de radio, televisión y comunicaciones 1.450.824.998
Maquinaria y aparatos eléctricos 1.934.496.729
Autos, remolques y semirremolques 2.404.714.363
Petróleo crudo y gas natural 2.747.658.704
Coque, nafta y combustible nuclear 3.051.622.739
Sustancias y productos químicos 3.752.318.815
Maquinaria y equipo 5.311.087.309
Total 27.763.649.346
Saldo comercial 6.288.515.398

Fuente: Suplemento Cash.

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