–¿Cómo se organiza un golpe de mercado?
–Es muy sencillo, lo mismo quisieron hacer varias veces en nuestro
gobierno. La idea es que el precio de los precios (el del dólar) no
tenga precio. Si el dólar no tiene precio inmediatamente se paralizan
todas las transacciones al interior de la economía. Cuando ocurre esto,
al otro día no tiene leche porque usted es un periodista que cree que
satisface sus necesidades a través de su trabajo, porque recibe un
ingreso monetario, siempre que ese ingreso tenga en qué gastarlo y pueda
comprar la leche, la nafta y pagar el agua. Esto es lo que diferencia a
una economía urbana de una economía de subsistencia. En la urbana
resuelve sus necesidades, no a través de su trabajo, sino que su trabajo
es una herramienta para que tenga un ingreso para resolver sus
necesidades. Si el mercado no le brinda nafta, agua, leche, carne,
¿cuánto tiempo tarda en transformarte en una bestia?
–¿Este fue el disparador de la crisis de Alfonsín?
–Y esto es lo que genera la hiperinflación. Cuando el precio de los
precios (el dólar) se dispara, el que tiene sus reservas de valor en
mercadería no la vende y desabastece el mercado. Así transforma al
hombre en lobo del hombre. Esto es lo que vivimos. Pobres contra pobres
peleándose por la comida. O también puede poner la mercadería a un
precio que es imposible de adquirir por el trabajador y así dolariza el
precio de los productos.
–¿Pero qué ocurrió con ese aparente intento de golpe de mercado que sufrió Cristina Fernández después de ganar en 2011?
–Siempre es igual. Cuatro banqueros que se ponen de acuerdo.
Empiezan a disparar el dólar y pasa lo que te digo. Si sólo fuera el
dólar no se consolida el golpe de mercado. El problema se da cuando el
precio de los precios se traslada al resto de los precios. Eso es lo que
este gobierno evitó.
–¿Cómo lo neutralizaron?
–Ya teníamos una clara idea de cómo funcionaban los formadores de
precios e impedimos que dolarizaran su cartera. Sufrimos varias
corridas, pero salimos fortalecidos porque evitamos el traslado a
precios.
–¿Pero cómo se hizo para impedirlo?
–A través del teléfono. Cuidado con lo que hacés. Que sientan que
los estás mirando. En la práctica es estar atento. Entrar a las 7 de la
mañana y estar hasta que las velas no ardan. Le voy a dar un ejemplo.
Nuestra presidenta, después de que se le va el compañero de su vida
(Néstor Kirchner), hace un viaje al G-20, que era en Corea (11-12 de
noviembre de 2010). Durante ese viaje empieza a faltar azúcar. Entonces,
me dice: está faltando azúcar. Le respondo que les había dicho a los
fabricantes que si el lunes no estaba resuelto se iba a aplicar la Ley
de Abastecimiento. Y la presidenta me dijo: "Y por qué le dio dos días."
Eso demuestra la voluntad política y la condición de la presidenta en
todos sus aspectos.
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