lunes, 27 de diciembre de 2010

El recibo de la luz subirá en enero el 9,8%, y el gas, el 3,9 %

El Gobierno español aprobó ayer la tercera subida del recibo de la luz de este año, al dar el visto bueno al incremento medio del 9,8% de la Tarifa de Último Recurso. El incremento se suma al 2,64% aprobado el pasado enero, al 4,8% de julio y a los dos puntos más con que se grava el IVA de la tarifa eléctrica. Además, el nuevo año se iniciará con un recibo del gas un 3,9% más caro de media.

La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos unos 17 millones de hogares y pymes en el Estado español, subirá una media del 9,8% a partir del próximo 1 de enero, tras el visto bueno de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos a la propuesta de subida planteada por el Ministerio de Industria.

Se trata de la mayor subida porcentual desde que se inició la liberalización del sector eléctrico en 1997. La TUR, que se revisa trimestralmente, es desde julio de 2009 la única tarifa eléctrica que aprueba el Gobierno.

A ella pueden acogerse los abonados con potencias contratadas iguales o inferiores a los 10 kilovatios (27 millones), que, no obstante, también pueden optar por contratar su suministro en el mercado libre.

Unesa, la patronal del sector eléctrico, considera que la subida de la tarifa eléctrica de último recurso (TUR) en un 9,8% a partir del 1 de enero resulta indispensable para lograr el objetivo de eliminar el déficit tarifario (diferencia entre los ingresos y los costes del sistema) en 2013. Fuentes de Unesa recalcaron que los precios de la energía «deben responder a los costes reales», lo que, en su opinión, explica la constante subida de la tarifa eléctrica.

«Intolerable», «muy grave», o «brutal tarifazo» fueron algunos calificativos de las asociaciones de consumidores del Estado español al conocer la la subida de la tarifa eléctrica. En declaraciones a Efe, el portavoz de CECU, David Hurtado, opinó que el incremento es «intolerable» y está «fuera de todo lugar» porque perjudica los intereses de los consumidores, que en estos años no han recibido «ni mejoras en el servicio ni una buena atención al cliente», y llega «en el peor momento posible».

Fuente: Gara

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