La feria de ciencia y técnica Tecnópolis ofrece la oportunidad de conocer el prototipo de avión caza Pulqui, primer aparato a reacción construido en Latinoamérica de cuyo diseño en el Instituto Aerotécnico de Córdoba se cumplen 65 años, y cuyo bautismo de vuelo un año después significó un hito en la historia aeronática argentina.
La nave bautizada Pulqui por "flecha" en lengua mapuche, fue concebida con un primer aparato como demostrador de la incipiente tecnología de propulsión a reacción, en 1946, por iniciativa del entonces presidente Juan Domingo Perón.
El diseño fue obra de un equipo dirigido por el ingeniero francés Emile Dewoitine e integrado por los ingenieros argentinos Norberto Morchio y Humberto Ricciardi -en cálculos de estructura- y el ingeniero Enrique Cardeillac -coordinador logístico-, en el Instituto Aerotécnico de Córdoba, informó el ministerio de Defensa.
La nave -que realizó el vuelo de bautismo al año siguiente, el 9 de agosto de 1947, con el comando del capitán Edmundo “Pincho” Weiss- puede verse en uno de los patios de exhibición del ministerio de Defensa en el continente Aire de Tecnópolis, en Avenida General Paz y Consituyentes.
Diseñado como caza interceptor, el “Pulqui I” fue el primer aparato a reacción construido en Latinoamérica y posicionó a la Argentina en la vanguardia de la industria aeronáutica al ser el sexto país a nivel mundial en fabricar un avión a reacción.
El "Pulqui I" en exhibición fue restaurado en el Área Material de Río Cuarto, de la Fuerza Aérea Argentina,constituyéndose en una joya de la historia aeronáutica del país. La nave tiene casi 10 metros de longitud, unos 11 metros de envergadura y tres metros y medio de altura, con un peso de unos 2.350 kilos y velocidad crucero de 600 kilómetros por hora.
La fábrica construyó un único prototipo del “Pulqui I” y continuó el desarrollo con el “Pulqui II”, que adoptó las novedades técnicas posteriores a la Segunda Guerra Mundial y tuvo su vuelo de bautismo el 16 de junio de 1950.
El diseño de esta nueva nave estuvo a cargo de profesor alemán Kurt Tank, secundado por un equipo de ingenieros alemanes al que se sumaron los ingenieros argentinos Morchio y Ricciardi, para el desarrollo de un caza capaz de velocidades superiores a 1.050 kilómetros por hora y una altura máxima de vuelo de 10 mil metros.
A mediados de 1950, dos prototipos fueron terminados: uno para hacer los ensayos estáticos y el otro para un primer vuelo bajo el comando del teniente Edmundo Weiss.
Luego se construyeron tres prototipos más, hasta que en 1955 estuvieron dadas las condiciones para comenzar la producción en serie, pero los ex dictadores Eduardo Lonardi y Pedro Aramburu cancelaron el proyecto.
El “Pulqui II” en exhibición en Tecnópolis es el quinto prototipo y único ejemplar que queda desde entonces, restaurado también en el Área Material del Río Cuarto, de la Fuerza Aérea Argentina.- (Télam).
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