Mientras en La Habana el VI Congreso del Partido Comunista apuesta a "rectificar los fallos", por estas tierras del sur la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), que agrupa a los laboratorios de capital nacional anunció ayer, en sintonía con los lineamientos sugeridos por el Gobierno nacional, su compromiso a triplicar el superávit de la balanza comercial de sus empresas asociadas. Tal como dice La Nación, "en 2010, los laboratorios que forman parte de Cilfa tuvieron un superávit entre exportaciones e importaciones por un valor de US$ 60 millones, y para 2011 el objetivo es llegar a los US$ 170 millones".
Se trata de un área más que sensible, dada la difícil conciliación entre los intereses comerciales y el derecho a la salud. Recordamos aquel artículo 39º de la Constitución del '49 que establecía que el capital "debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino".
Veremos cómo se portan ahora las trasnacionales reunidas en Caeme. A invertir muchachos...
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