viernes, 12 de febrero de 2010

Una mirada desde Chile, sobre Chile


La política siempre está presente

Arantxa UGARTETXEA ARRIETA
Sebastián FUENTEALBA

Los que conocimos la época de la Unidad Popular y más exactamente aquel 4 de septiembre de 1970 en el que Salvador Allende fue elegido a través del sufragio universal como presidente de Chile; experimentábamos al mismo tiempo una situación inédita, ya que por primera vez en el mundo se instalaba en el poder una fuerza socialista por la vía democrática. Hasta el día de hoy sentimos la falta de no haber culminado un proceso social, que fue abortado brutalmente, después de tres años, imposibilitando al mismo tiempo el liderazgo de aquel ilustre presidente y la esperanza de muchos y muchas, incluso más allá de las fronteras chilenas.

Después llegaron 17 años de oscuridad (1973-1990) de la mano de una junta golpista, culminando este periodo con la derrota del dictador Pinochet, en un plebiscito tutelado por una constitución hecha a la medida del sátrapa lográndose otro acontecimiento inédito, el hecho de una dictadura desplazada del poder a través del voto popular. De esta forma la Concertación tendrá la oportunidad de administrar una transición por 20 años, no logrando nunca zafarse del corsé de la bendita constitución pinochetista.

En el año 2006, el pueblo chileno se atreve y elige por primera vez a una mujer como presidenta en la persona de la Señora Michel Bachelet, la cual con mucha entereza logra superar los escollos machistas y culmina su mandato con el 82% de adherencia popular.

Parece que todo ello no ha sido suficiente para lograr el progresismo tan cacareado en la muy reciente campaña presidencial, porque después de una segunda vuelta electoral todo ha terminado con la elección de una presidencia liderada por la derecha en la persona de Sebastián Piñera Echenique, empresario especulador, reconociéndose a sí mismo como el “cambio” y apostando a la frágil memoria histórica de los chilenos , que no hemos visto que los que estaban detrás de esta movida eran los mismos que habían sostenido la dictadura, los “Chicago boys” y gremialistas, baluartes de la mal mentada economía de mercado, los cuales saltan de alegría , ya que por fin lograron lo que les faltaba alcanzar, el poder ejecutivo, porque lo demás lo tienen de facto desde siempre...

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