sábado, 11 de junio de 2011

De la Sota cumple...

"No hago promesas vacías, lo que prometo lo cumplo. Recuerden la rebaja del 30 por ciento en los impuestos", aseguró el candidato de Unión por Córdoba José Manuel de la Sota.

Interesante saber qué sucedió en Córdoba a raíz de esa generosa rebaja.

Consultado en el 2007, Salvador Treber, miembro del Banco Central en el período 1983-1986 e integrante del grupo de economistas que trabajaron en el Plan Fénix en el 2001, afirmó a La Voz del Interior:

–¿La rebaja impositiva de 30 por ciento que hizo el gobernador José Manuel de Sota fue un éxito o un fracaso?


–Fue un tremendo fracaso. Escuché ahora al candidato (oficialista) que dijo que va a mantener impuestos bajos. Impuestos bajos significan salarios bajos y malos servicios.


–¿Por qué fue un fracaso?


–Cuando empezó en 1999, el impuesto inmobiliario que se cobraba equivalía al 60 por ciento de lo que se recaudaba por ingresos brutos, que lo pagan todos los consumidores dentro del precio. La única expresión de gravamen sobre la riqueza es el impuesto inmobiliario urbano o rural. En consecuencia, antes había una relación de 100 a 60. Hoy es de 100 a 17. Las valuaciones del inmobiliario y rural no se actualizan desde 1992 y el urbano se actualiza sólo cuando usted vende la propiedad. El 75 por ciento de los impuestos que recauda la Provincia es de ingresos brutos. En cambio, lo que realmente tiene una expresión clara sobre la riqueza, no paga nada.


–¿Se benefició a los que más tienen?


–Sí, además cuando se hizo, dije lo siguiente: en el inmobiliario urbano una cosa es que a los propietarios de vivienda única y en barrios le bajen 30 por ciento; es más, yo le bajaría 50 por ciento. Pero a los que vivimos en propiedades valiosas, en zonas privilegiadas, no hay que hacerles ninguna rebaja. Al revés, tendría que actualizarse.


–De la Sota dijo que usted, que fue funcionario durante la hiperinflación, ahora quiere un impuestazo.


–No estuve en ningún período de la hiperinflación; estuve entre diciembre de 1983 hasta a mediados del ’86; no soy afiliado de ningún partido y mantengo una línea consecuente, incluso durante el período del Proceso que realmente no recuerdo que la haya tenido el gobernador. No pido ningún impuestazo, sino que se distribuya de forma distinta la carga: el impuesto a los ingresos brutos grava a todos los consumidores, en cambio el impuesto inmobiliario selecciona la capacidad y la riqueza y el valor de los inmuebles que tiene cada uno. Entonces, que se alivie ingresos brutos y que se recaude más en inmobiliario, lo que no generaría un impuestazo sino una distribución más equitativa de la misma carga tributaria.


–¿Por qué no revalúan los campos?


–Porque pagan retenciones. Si el Banco Central dejara de comprar los dólares que exceden en el mercado, la cotización en vez de 3,12 pesos estaría en 2,12 como pasa en Brasil. Por primera vez en la historia, en el primer trimestre las exportaciones industriales con insumos que no son agropecuarios (MOI) superan a las MOA, con insumos agropecuarios. Esto es el “milagro” del dólar alto, pero nadie es dueño de ese sobreprecio. El planteo de que pagan muchos impuestos por las retenciones también es falso. Me duele que un ex alumno mío sostenga eso.

–¿Quien es?

–(Juan) Schiaretti. Quiere decir que no aprendió nada. Estoy aterrado... (se ríe).

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