¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
jueves, 22 de abril de 2010
Aníbal dixit...
“Ahora resulta que encontramos un señor que en vez de ser un chorro que entró al ministerio y lo encontramos in fraganti, era un señor que venía caminando por la calle y le plantamos arriba de él un Ministerio de Economía”.
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