¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
jueves, 22 de abril de 2010
Bien educaditos
Mucho se ha dicho y se seguirá diciendo del show mediático montado por los responsables del grupo empresario Clarín con las figuras de dos pobres muchachos. Pero, si algo me quedó claro de esto, es la enseñanza que les inculcaran respecto a que los hijos del poder están exentos de cumplir con las leyes del Estado.
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voy a repetir mi comentario que ya dejé por ahí, en otro blog, porque estoy fiaca para volver a escribirlo.
ResponderEliminarMe asombró la puesta en escena que acabo de ver por la tele. Los hermanos "Noble Herrera" sentaditos en el living, recitando la solicitada. La piba, bastante más despierta que el pibe, mirando la cámara y todo bien editado prolijamente. La piba, lee muchos más párrafos que el pibe.
Estoy empezando a no tenerles tanta compasión. Son víctimas, si.. son libres? no... Pero ya no me generan la misma empatía que antes.
Acá, en Santiago, tenemos una piba a la que le restituyeron la identidad, incluso antes de la tan meneada ley de extracción "compulsiva" de muestras para ADN.
Le entraron a la casa a las 5 de la mañana, sin aviso previo, sacaron fundas de almohadas y cepillos de dientes. Stop.
Le avisaron quienes son sus padres, pudo enterarse de que los secuestraron, torturaron y asesinaron... y no quiso conocer a su familia que la buscó hasta ahora y que la encontró, pero ella no los quiere conocer.
Anduvo reputeando en los tribunales porque tenía que cambiar sus documentos de identidad y hasta su título universitario.
Se siguió paseando del brazo con su apropiador, un milico de Inteligencia del Ejército del 142 de Tucumán, (la Vietnam argentina, donde se cometieron crímenes tan aberrantes que no se pueden ni leer los testimonios, te hacen vomitar) hasta que el tipo, el apropiador, se murió en febrero de este año.
Hasta donde sé, sigue sin querer conocer a su familia, de la que fue separada.
Es horrible, pero es la dura realidad. La piba es del palo de su apropiador.
Hace tiempo escribí en mi blog QUÉ TAN LIBRES SON LOS HIJOS APROPIADOS QUE NO QUIEREN SABER SU ORIGEN
La negación consiste en la invalidación de una parte de información desagradable o no deseada y en vivir la vida como si aquella no existiera.
Efectivamente, muchas familias de crianza, fueron afectuosos con esos niños. De hecho muchos los adoptaron de buena fe… y esos fueron los niños cuyas identidades se recuperaron primero, porque esos padres eran “adoptantes”, no “apropiadores” y no se dedicaron a esconder los niños ni a obstaculizar, y ahí reside la evidencia contundente de su falta de culpa.
Una familia “apropiadora” tiene culpa, mala conciencia, le oculta al pibe su origen, lo esconde, se muda a cada rato, cuando ya es inminente que los descubrieron, le hacen la cabeza al pibe con los peligros de ser detectados por “esas viejas”, los llenan de culpa de lo que podrá pasarle a la familia si ellos se hacen el ADN.
Ese es el esquema de “libertad” en el que actúan los que se niegan a hacerse el examen de ADN.
Puede que los quieran, pero es un amor viciado y maldito.
Ahora esos niños tienen más de 30 años y deberían tener, como mínimo, la conciencia de que ahora nadie pretende dañarlos.
El daño ya fue hecho, ahora se trata de repararlo.
Y por sobre todo deberían tener la capacidad de preguntarse ¿quién les hizo daño?
Y los "Noble Herrera" parece que no tienen esa capacidad.