¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
viernes, 11 de diciembre de 2009
Don Ramón
El domingo 30 de diciembre de 2001, el Adolfo se dio cuenta en Chapadmalal que estaba más solo que loco malo y se rajó para sus pagos, realizando una patética renuncia televisada que me hizo recordar a aquel viejo programa de la TV en blanco y negro: La dimensión desconocida.
Como la dimensión de lo que se venía era bien desconocida, el presidente del Senado, Don Ramón Puerta se tomó también el raje para no hacerse cargo de un país que comenzaba a pagar muy caro las consecuencias de poco más de diez años de fiesta neoliberal.
Hoy ese mismo Don Ramón aparece como diputado ocupando la Vicepresidencia 3º de la Cámara. Sí, es el mismo que se rajó cuando las papas quemaban, y es el mismo que fue mencionado a raíz de las causas truchas que jueces misioneros armaron para la policía secreta de Macri.
Lo más patético no es su retorno, sino que volvió de la mano de mucha gente bien que se desgañitó gritando "que se vayan todos" y que ahora están crispados con Cristina.
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