sábado, 19 de diciembre de 2009

La "nueva derecha" apesta


La "nueva derecha" argentina de nueva ha demostrado que no tiene nada. A través de figuras como Macri, Tinelli, Susana, Mirta, De Narváez, etc., se presentó en envase light, descafeinada. Era empresaria, eficiente, superadora de las antinomias ideológicas. La "nueva derecha" argentina era re piola. Pero resulta que a la hora de los bifes demostró ser la misma mierda de siempre.

Poco afecta a la democracia, amiga de la represión, defensora de genocidas y de la doble moral. Obsecuente con la iglesia y dadivosa con los amigos de negocios respecto a los dineros públicos. Racista. Represión para los negritos que roban y secuestran. Mirar al futuro y olvidar las torturas, violaciones, asesinatos, robos y secuestros de niños cometidos por los militares del Proceso.

Lo de Macri no es error, descuido o excesos. Es ideología de derecha en estado puro.

Comenzó elogiando al ex intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore, continuó nombrando en su gobierno al ex juez, y defensor de torturadores y secuestradores de niños, Federico Young, siguió con los camisas pardas de la UCEP, el "Fino" Palacios y sus espías, y como no se priva de los placeres se dio el lujo con el "intelectual" retrógrado Abel Posse que detesta los aritos y el rock, por lo que reclama un regreso a los viejos tiempos del poder militar. Por si faltaba algo, ahora tenemos el nombramiento como embajadora cultural de la ciudad a Nelly Arrieta de Blaquier, presidenta de la Asociación del Museo de Bellas Artes, hija y ex esposa de los responsables del Ingenio Ledesma, donde desaparecieron más de treinta trabajadores (Página 12).

Esto, muchachos, es siempre lo mismo. Comienzan reprimiendo a las organizaciones populares, siguen barriendo bajo la alfombra a los pobres y avanzan contra los jóvenes y sus expresiones culturales (rock, vestimenta, pelo, etc.). Así fue y así sigue siendo nuestra derecha. Antes, y ahora, con el enorme apoyo de las grandes empresas privadas de comunicación.

Por si les faltara algo, siguen obsesionados con la Argentina agroexportadora del siglo XIX. Pero estamos en el siglo XXI. El siglo de la ciencia, la tecnología y el desarrollo. Claro, si ellos prefieren vivir de rentas, de la evasión y del contrabando.

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