lunes, 9 de noviembre de 2009

Maledicencia


Leemos en La Nación de hoy:

Tarjetas nominadas, un riesgo para los usuarios de SUBE

Una de las innovaciones que dicen que encarece el costo de la tarjeta del SUBE es la nominación. Esto significa que cada uno de los tenedores de la tarjeta tendrá que dar su nombre, apellido y documento para que le sea entregada. Es decir, cada tarjeta tendrá su dueño. Esto hará que cada viaje que haga un pasajero quede registrado en una gran base de datos, cuya administración también fue licitada. (...) En estas épocas de espías fáciles, el administrador de la base de datos tendrá a su alcance saber cada uno de los movimientos de los usuarios de transporte público. Podrá saber a qué hora y hasta dónde viaja cada uno. (...) LA NACION preguntó a uno de los ejecutivos consultados si con esa base de datos se podría tener una gran aproximación a todas las casas vacías de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, ya que se podrá saber a qué hora una persona deja su domicilio y parte a su trabajo.

Bueno, bueno... De momento podemos decirle dos cosas a La Nación para que no se preocupe tanto:

1) La utilización de una red de espionaje contra la población civil, además de la última dictadura militar, fue implementada por el Gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri, y acompaña, entre otros, la dulce Gabriela Michetti. En la actualidad ellos no manejan, entre otras cosas, la tarjeta SUBE. Por el momento estamos a salvo...

2) El tan añorado vigilante de la esquina también estaba en condiciones de saber, de primera mano y sin tanta computadora, cuándo una casa quedaba vacía. Cualquier duda preguntarle al Fino...

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