viernes, 20 de noviembre de 2009

Palabras de Cristina en el homenaje al Día de la Soberanía Nacional


Argentinos, argentinas, hoy estamos conmemorando el Día de la Soberanía Nacional, el día de la Vuelta de Obligado, aquí, por primera vez en la casa de todos los argentinos, la Casa Rosada. (Aplausos)

Junto a nuestro Regimiento de Patricios, los Granaderos los han dejado entrar, creo que por primera vez, a la Casa Rosada. Ustedes saben que formalmente son los Granaderos la custodia de la Presidencia. Quiero decirles también que en mi despacho se ha colocado, porque no había en ese despacho, una pintura de quien fuera su jefe y libertador en la primera Revolución de Mayo, don Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, que fue el que encabezó en aquellos momentos la Gesta de Mayo.

Recién escuchaba atentamente a Pacho O'Donnell, un prestigioso historiador argentino, relatar lo que ha sido el ocultamiento histórico, no solamente de la Vuelta de Obligado, del hecho puntual, soberano, de haber enfrentado con valentía y patriotismo a las principales potencias de aquella época. En realidad es toda una estrategia deliberada, que se ha tenido desde siempre para ocultar la verdadera historia a los argentinos y para auto denigrarnos y hacernos creer que no valemos nada. El dijo que los vencedores de la guerra civil de aquel entonces contaron otra historia.

Si uno mira otra guerra civil también muy fuerte como fue la de Estados Unidos, la Guerra de Secesión, donde venció el norte, los que querían el país grande, industrial, contra los sureños que solamente querían plantaciones de algodón y negros que comieran poco para que siguieran cultivando la tierra y no tuvieran otra cosa que hacer; cuando uno comienza realmente a leer las historias, advierte por qué estamos muchas veces como estamos y por qué otros están como están. No es que haya gente más inteligente o que tenga un destino manifiesto, es gente que ha venerado su historia y en su historia han vencido las fuerzas que querían un país grande que no quería parecerse a ningún otro, sino que querían ser simplemente eso.

Los argentinos y las argentinas que en ese 1845 vencieron en la Vuelta de Obligado no querían parecerse a ningún otro país, querían ser lo que eran, argentinos, hombres y mujeres del Río de la Plata, que defendían a su tierra, a sus tradiciones, a sus convicciones. Y claro, había que ocultarlo porque en definitiva la auto denigración es un instrumento muy importante para tener gobiernos débiles, para creer que todo nos va mal. Uno puede verlo todos los días, hoy, cómo están desde algunos lugares todo el día repitiendo que todo está mal, que todo va a ir peor, que nada bueno sucede.

Recién, antes de venir aquí, estábamos llamando a licitación internacional para instalar en nuestro país el laboratorio que produzca las vacunas contra la gripe porcina, que nos convertirá en el décimo país productor de estos bienes para la salud pública de los argentinos. Allí contaba, medio en chiste y medio en serio, porque ustedes saben que hace pocos días estuve en Brasil y logramos que finalmente se consiguiera la autorización para que vacunas contra la aftosa, producidas en nuestro país también se produzcan en Brasil. Una decisión desde hace 11 años reclamada por empresarios argentinos, que habían invertido en Brasil y que logramos destrabar. Gracias a la perseverancia de ellos, a nuestra insistencia y a la decisión del presidente Lula.

Pero yo contaba un chiste, porque el Ministro de Economía me decía que no podía creer, después de haber estado en la reunión que tuvimos en Brasil, de la charla que mantuvimos con el presidente Lula, con los ministros, de las cosas que se resolvieron, que en algunos medios se digan las cosas que se dijeron de ese viaje y todavía se siguen diciendo. Le dije, "Amado, no te preocupes, porque si mañana me paro frente al Río de la Plata, se abren las aguas y voy caminando hasta Montevideo, algún diario monopólico va a decir: finalmente se supo, Cristina no sabe nadar. " (Aplausos)

No terminó ahí, cuando salía del acto, no sé si por acá anda nuestro Peter Capusotto, nuestro Peter Capusotto es Zannini, tiene un humor tan ácido como el de él, veníamos caminando para mi despacho y le dije: "te aclaro que el titular de mañana no va a ser ese, va a ser otro: Bíblica, Cristina se comparó con Moisés." (Aplausos)

La verdad que ya estamos acostumbrados, es un horror, todo tiende a que la gente baje los brazos, que esté con mal humor o fastidiada, que todo ande mal. La verdad que uno que recorre el mundo no ve que en casi ningún lugar del mundo lo que sucede aquí. Por eso muchas veces cuando uno ve esto de la Vuelta de Obligado, ocultado celosamente, no hay un solo monumento en el lugar, ahora precisamente vamos a convocar a un concurso nacional de ideas para recordar esa gesta de los argentinos y para que tenga conmemoración allí donde tuvo lugar, a la altura de San Pedro, provincia de Buenos Aires. Estamos también construyendo esto, memoria y autoestima nacional, que es lo que necesitamos para poder seguir avanzando y triunfando. Nadie, ninguna sociedad puede tener buenos resultados si realmente quienes deben informarla de todo, en lugar de informarla están todo el tiempo casi como incentivando a que la gente se siente mal, esté mal, viva mal.

Y muchas veces pasa, uno lo puede ver en los estudios de opinión, que piensan que a ellos les va bien, pero cuando piensan como le va al país dicen que mal aunque a ellos les vaya bien. Esto es precisamente la construcción de la auto denigración y baja estima nacional.

Pero bueno, nosotros vamos a seguir trabajando porque así como hubo argentinos y argentinas que defendieron en la Vuelta de Obligado nuestra soberanía, hay millones y millones de argentinos y argentinas que todos los días trabajan, investigan, estudian, hacen cosas y realmente estamos muy contentos hoy de poder recordar este hecho histórico que es de todos los argentinos.

Creo que debemos tener además mucho sentido del humor y que debemos redoblar el esfuerzo. Por lo menos a mí me da exactamente la sensación, si es que quiere alguien instalar una sensación de bajar los brazos o de verme vencida, quiero decirles que soy como esos argentinos y argentinas de la Vuelta de Obligado, sin cadenas, porque por suerte no las necesitamos, pero con ideas y gestión voy a seguir trabajando por esta Argentina todos y cada uno de los minutos de mi gestión. (Aplausos) Haciéndome cargo de todo, de lo bueno, de los errores y de lo malo, no soy de las que echan la culpa a los demás de las cosas que hacen ellos, por favor, jamás se me ocurría, nunca en mi vida le he echado la culpa a los demás de lo que puede haber sido un error, un desacierto mío o una política mía, me hago cargo de todo, porque eso es lo que diferencia a los hombres y a las mujeres que deben tener los atributos que tenemos los hombres y las mujeres para hacernos cargo de las cosas que hacemos, de las malas y de las buenas, y no tratar o intentar colocar las culpas en otro. Esto es una cosa también muy de nuestra cultura, siempre la culpa la tiene el otro hasta en las cosas que uno hace. Esto también se tiene que terminar, que cada uno se haga cargo de lo que hizo y de lo que hace y que por favor, entre todos, contribuyamos a traerles paz, buenas ideas y buenas actitudes a todos los argentinos, que es para esas cosas que nos votan.

Muchas gracias y muy buenos días en esta Vuelta de Obligado por primera vez aquí en nuestra querida Casa Rosada, que va a ser todos los años y la próxima espero que podamos hacerla en el monumento. Muchas gracias.

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