jueves, 27 de agosto de 2009

Tira la bola, chico...


Interesante, y recomendable, análisis en Ramble Tamble respecto al por qué de la participación del Estado en las transmisiones de fútbol: "una medida de democratización de consumos culturales de notable implicancia", que beneficia "al 80,8% de la población pobre a nivel nacional".

Ante los cacareados reclamos de opositores progres, y no tanto, respecto a que ese dinero se podría utilizar para propósitos más sublimes, como "combatir" la pobreza que ellos mismos generaron antaño, Artemio interroga: "Pero sujetos a la lógica de “hay otras prioridades” y tan sólo por citar un ejemplo muy caro a los defensores de la “libertad de prensa”: ¿acaso destinar, como se hace, unos 1.000 millones de pesos anuales a sostener la pauta de publicidad oficial en medios privados es adecuado cuando existen “otras prioridades”?".

Podríamos agregar otras. A ver qué les parece. Tiene sentido seguir transfiriendo 5.025 millones de pesos a las empresas de educación privada, incluidas las "divinas" (Aníbal dixit), sosteniendo en muchos casos ideales de status social ficticios?

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