jueves, 17 de junio de 2010

Difamadores que reculan en chancletas


Hace algunos días fue Alfredo Leuco el que debió comerse esa sonrisa de satisfacción que lo desbordaba al creer que había encontrado un caso de encubrimiento judicial que beneficiaba al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, de alguna fantaseada tropelía debiendo pedir disculpas porque los expedientes comprometedores correspondían a otra persona, un tal Etchegaray.

Ayer fue el turno del presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, quien le debió pedir disculpas al titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, en el marco de una audiencia de mediación por la causa por daños y perjuicios que Echegaray había iniciado a Llambías.

Y bueno muchachos, si se dedicaran a trabajar seriamente para el país se evitarían estos bochornos.



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