Pergolini: ¿Desinformado o cómplice?

Continuando con nuestra sección "famosos", vemos hoy que el gran diario argentino anda en busca de adhesiones que le permitan instalar ante la sociedad el blanqueo de un delito.

Hoy es el turno del ex joven rebelde de los medios, Mario Pergolini, quien ya no es ni una cosa ni la otra. Y mucho menos esta última, desde que asumió la figura del peor de los patrones cuando debió pagar la correspondiente indemnización por despido a uno de sus empleados. Se ve, entonces, que Pergolini se instaló a defender causas nobles e ilegales, siempre y cuando la ilegalidad sea llevada a cabo por ricos y famosos. Opinarían lo mismo, Pergolini y otros tantos, si el delito fuera cometido por un negrito tirapiedras?

“Si es cómo dicen que saliendo del juzgado ( ...), los siguen por la calle y les piden ropa íntima, una cosa es la persecución y la otra, saña me parece, ¿no? Me parece que es una barbaridad”, dijo y acto seguido reclamó: “No le rompan más las bolas a estos pibes”. No Mario. No sólo no los pusieron en bolas en la calle, sino que además no es cosa de que los pibes decidan alegremente si quieren o no saber sobre su verdadera identidad. Acá existe un delito previo que debe ser esclarecido de la forma que establece la ley para Ernestina, para vos, para mí y para todos. Y además, insisto, el delito debe ser esclarecido tanto si fue cometido por genocidas de uniforme, genocidas sin uniforme, ricos y famosos, o morochos de la sección policiales.

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Siguen las adhesiones: “El trato impuesto conmueve a las personas de bien y merece el más fuerte rechazo por la violación a las garantías fundamentales y el respeto que la señora y sus hijos merecen. Es un peligroso signo de la desaparición de la seguridad jurídica”. Quién lo dijo? Sí, el inefable Fernando de la Rúa...