miércoles, 22 de abril de 2009

Hay Cristiano!


Leemos un perfil del "playboy" Rattazzi en La Nación del 4 de mayo del 2008:

"Cuando el entonces presidente Néstor Kirchner terminó de hablar y el auditorio del Salón Blanco de la Casa Rosada casi se venía abajo de los aplausos, Cristiano Rattazzi permanecía sentado en su silla con los brazos cruzados. Como ya es un clásico K, las planas mayores de la Unión Industrial Argentina, la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba), la Sociedad Rural y el resto de las grandes entidades empresariales habían sido convocadas ese día, el 15 de diciembre de 2005, para refrendar un acto oficial, en este caso la cancelación en forma anticipada de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como la mayoría de los empresarios, el número uno de Fiat en la Argentina aceptó la invitación para participar en lo que los voceros oficiales definían como un histórico desendeudamiento. Pero a diferencia de sus colegas, Rattazzi no se sumó a la corte que parecía competir por ver quién aplaudía más fuerte, y lejos estuvo de compartir la euforia que expresaban el resto de los hombres de negocios cada vez que se les ponía un micrófono enfrente de la boca.
Esta doble condición de Rattazzi, que participa en todos los actos autocelebratorios a los que convoca el Gobierno pero que a la vez nunca resigna cierta posición crítica, es un buen ejemplo de la relación con reservas que mantiene el ejecutivo de la industria automotriz con el Poder Ejecutivo. Si bien nunca fue un opositor directo del Gobierno, su voz es una de las contadas dentro del mundo empresarial que se alza a la hora de criticar alguna medida oficial: no participa en el alineamiento automático con el oficialismo que exhibe la gran mayoría de sus colegas.
Posiblemente sea por el hecho de ser integrante de la familia dueña de la automotriz -su madre es Susanna Agnelli, nieta del fundador de Fiat, Giovanni Angelli- que Rattazzi se permite esta inusual independencia al hablar de política y economía en tiempos del matrimonio Kirchner. Pero también puede ser por otra doble condición que exhibe el empresario: a la de industrial de peso suma la de tambero y productor agropecuario de la zona de Balcarce, lo que por estos días lo coloca en la incómoda posición de un equilibrista en pleno vendaval: su solicitud de ingreso a la Sociedad Rural Argentina (SRA) está siendo analizada justamente en estas semanas de crisis entre el Gobierno y el campo. (...) 'Mi papá llegó a la Argentina escapando de la guerra, ya que había quedado traumatizado con su participación en el frente ruso, mientras que mi mamá tampoco la había pasado muy bien, porque en ese momento dirigía la Cruz Roja en Italia. Eligieron la Argentina porque en ese momento era vista como un país con un gran potencial y, de hecho, se había convertido en una de las prioridades de Fiat para iniciar su expansión internacional', recuerda el empresario".

Cristiano es un claro ejemplo de lo que habla Eduardo Basualdo cuando explica que no existe una clara delimitación entre intereses industriales y agropecuarios en el capitalismo argentino. Ya el propio Biolcati se había embroncado con el tano por haber asistido a un acto oficial convocado por la presidenta. "¿Por qué tenés que aplaudir cuando la Presidenta dice que nos creemos los propietarios del país?", fue el reproche según La Nación del 21 de abril del año pasado.
“Lo único que trajo la idea de vivir con lo nuestro fue pobreza y nos alejó cada vez más del mundo, por lo que es hora de pensar de una vez por todas en ser un país desarrollado”, dice Rattazzi. También asegura ser “el único que viene diciendo que se está haciendo todo mal desde hace cinco años”.
Mientras tanto la automotriz Fiat Argentina incorporará en las próximas horas doscientos nuevos trabajadores para su fábrica de Córdoba, en la que se producen dos modelos de Siena y el Palio, en virtud del incremento de pedidos desde Brasil.
En fin, que Rattazzi debe ser un chistoso como su amigo Berlusconi...

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