La Restauración Conservadora tiene su trampolín en el Congreso

Las poderosas fuerzas que pujan por restaurar la Argentina Conservadora han construido, a partir del resultado de las elecciones del pasado año, su trampolín en el Congreso de la Nación con el objeto de hacer su mejor salto a la pileta del poder político. Precavidos, como viejos zorros que no dan puntada sin hilo, han contratado una dotación de guardavidas que desde la Justicia están listos para auxiliarlos de sus torpezas y debilidades.

Las comisiones parlamentarias, lugares estratégicos desde dónde se define qué se trata y qué no en los respectivos recintos de Senado y Diputados, fue objeto de una repartija sin antecedentes en la historia democrática del país. Con la colaboración del progresismo de heladeras llenas (ese que denuncia la pejotización del gobierno y se juntan para votar con Menem y Duhalde) las dos principales patronales agropecuarias se quedaron con las comisiones de agricultura y ganadería de ambas cámaras. Y para agregar más hoy leemos en Página/12 que “tras el acuerdo de los bloques opositores en el Senado (desde peronistas disidentes hasta socialistas santafesinos) para desalojar al oficialismo de todas las comisiones, la legisladora puntana Liliana Teresita Negre de Alonso, miembro del Opus Dei y una de las más conservadoras de la Cámara, quedó al frente de la Comisión de Legislación General”. Y agrega, “en su historial como representante de la fuerza política de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, la senadora ha votado contra los pliegos de los actuales jueces de la Corte Eugenio Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay con argumentos antigarantistas y antiabortistas. Pero además, fue la única que defendió al ex obispo castrense Antonio Baseotto cuando dijo que había que tirar al mar, atado a una piedra, al estilo ESMA, al entonces ministro de Salud. Fue la única también en defender a Cecilia Pando, representante de torturadores y represores de la dictadura. Paradójicamente, lo hizo amenazando con recurrir a una legislación (el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer-Cedaw) sobre el que ella también había votado en contra. Otro de sus antecedentes es que fue la única que se opuso a la educación sexual en las escuelas.”

Eso sí muchachos, dicen que en San Luis hay wi-fi libre…