El lagrimeo esta tarde de un conocido, que tiene su propia y familiar agencia de publicidad, respecto a lo terrible que es la carga impositiva en nuestro país y lo "difícil de su cumplimiento" me dejó un tanto mudo ante mi interlocutor debido a mi desconocimiento sobre el tema. Soy un simple empleado, que nada sabe del anticipo de ganancias, de la transferencia del IVA, etc. Pero siempre me llamó la atención que con frecuencia estas quejas provienen de personas que no renuncian a ciertos placeres como es el caso de autos caros y viajes al extranjero que requieren divisas un tanto costosas para el bolsillo del vulgo.
Así que me puse a buscar algún texto clarificador en internet y me topé con un artículo de Julio Sevares, en el que, entre otras cosas, afirma que "la carga impositiva argentina era del 29% del PBI y la de Estados Unidos un 28%, es decir que estamos casi igual en materia de opresión fiscal".
El artículo, que es de julio de 2009, es seguido por una serie de comentaristas entre los que se encuentra un viejo conocido de los blogueros que venimos acompañando las políticas del Gobierno nacional. Me refiero a Mariano "Tractorcito" T. Allí este tenaz defensor del campo avanza con un argumento defensivo de las corporaciones patronales agropecuarias: "la supuesta evasión y trabajo en negro del sector exportador del campo (el "otro campo" es otra cosa). Para mí es un bolazo...".
Y justo lo vengo a leer hoy, cuando "la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó una evasión impositiva de $ 300 millones que involucra a prestanombres e intermediarios insolventes, a productores agropecuarios (reales y ficticios) y a firmas destinatarias de granos como molinos, aceiteras y exportadoras. La operatoria tiene ramificaciones en Tucumán, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Chaco, Santiago del Estero, Mendoza, San Luis y La Pampa, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires." (La Gaceta de Tucumán).
Qué cosa curiosa esto de que los más llorones sean a quienes mejor les va. O será que lloran para justificar su política de elusión impositiva. Eso sí, luego reclaman más y mejor seguridad.
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