Lo de Aníbal Ibarra es cada vez más patético. Su pyme política familiar es el último salvavidas con el que parece contar para mantenerse a flote, luego de abandonar cobardemente a quienes lo apoyaron para llegar a la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Pero todo indica que es un salvavidas de plomo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario