¿Y para qué vivir, si ya no tienes fe en tu hermano, al que no amas ya? ¡Ya no me digas que se siente! Si no se cambia hoy, no se cambia más... Y tus hijos sabrán, que vendiste tu amor... L. A. Spinetta
lunes, 4 de mayo de 2009
Yo me pregunto...
Por qué un empresario que está dispuesto a gastar 20 millones de pesos en una campaña para ser electo legislador nacional (que ya en el 2003 había financiado generosamente la campaña de Carlos Menem), con oficinas en el coqueto barrio de Las Cañitas, un equipo de 120 asesores y técnicos de campaña, mediciones permanentes de adhesión, avión privado a disposición, estudios propios de filmación, entre otros caprichos (La Nación, 3-05-2009), no va a pensar en recuperar la inversión y hacer diferencia en tiempos argentinos?
Ya nos olvidamos de las aventuras del empresario del papel Alberto Pierri? “Porque Pierri, por sobre todas las cosas, es un empresario. Un empresario de la política que llegó tardíamente al justicialismo, en 1985, gracias a las toneladas de papel que donó a la renovación que lideraba Antonio Cafiero y, simultáneamente (cosas de empresario argentino: los unos y los otros), al dinero que le obsequió al peronista arcaico Juan Carlos Rousselot para su campaña electoral en Morón.” (El Otro. Planeta (1996). Hernán López Echagüe)
Por qué los candidatos empresarios tienen buena aceptación luego de todo lo vivido a finales del 2001?
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